Buenos días para todos mis fedelísimos lectores, hoy especialmente cuando empezamos un nuevo, por cierto que bisiesto, así que si se nos da bien tenemos un día para disfrutarlo, si por contra vamos de disgusto en disgusto, también 24 horas más para prolongar el sufrimiento. Pero como habrá de todo, como en botica, simplemente un día más para vivir.
Quise empezar el año con un motivo de enmienda inmediato, dejar a Hera en paz, y no he sido capaz siquiera de mantenerlo en vigor unas horas. Esta noche ha sido especialmente fría en las riberas del Rio Oja (por cierto a esta villa de Casalarreina, Ojoculo la llaman, de ello hablaremos en ocasión más propicia y siempre bien documentados), que discurre por el maravilloso valle del Ebro, así que se me enfriaba el culete y que mejor abrigo que la magnífica mata de piel, suave y sedosa, de mi amiga. Con cuidado, una apoya las posaderas en su lomo y a calentarse el ojetillo tan ricamente. Juro que cuando remita el frío dejaré en paz a la paciente Golden, por lo menos en cuanto a abrigarme a su costa de forma tan indecorosa. A Frida la dejo en paz, es inútil como calefactor animal, además es super incómoda, tan huesuda y flaca ella, que el pompis se te clava en su saliente y prominente osamenta, provocando más dolor que el calidario placer buscado.
Todo el mundo se empeña, de forma tan tópica como ineficaz, en el culmen del orgasmo etílico, en formular deseos, llenos de buenas voluntades, para el año que acaba de alumbrar a la vida del escurridizo tempo. Luego nadie los cumple, aunque hay personas que de la voluntad hacen virtud: los menos. Ayer, como en la tele no daban más que chorradas y aprovechando que mi amo estaba entretenido en tamañas sirsorgadas precocinadas en los estudios televisivos hace semanas, me puse a urgar en su cuaderno, donde anota las citas que le parecen dignas de recuperarse de sus lecturas. Actividad esta que se parece, en muchas de las ocasiones, a la copia infantil, no precisamente para mejorar la caligrafía, así que me costó descrifar y desvelar alguna de ellas. Encontré dos formas de ver de la vida, no occidental, pero aplicables en toda su extensión, a la globalidad del género humano, los animales nos guiamos por otro tipo de filosofías más inteligentes. Atentos:
Uno: "Confuncio dice que la persona nace en el seno de una sociedad, luego tiene una serie de obligaciones. Las más importantes son: cumplir las órdenes del poder y obedecer a los padres. Y también: respetar a los antepasados y a la tradición. Observar las reglas de urbanidad. Someterse al poder imperante y desaprobar todo intento de introducir cambios. El hombre de Confuncio es un ser leal y humilde frente al poder. Si cumples celosa y obedientemente sus órdenes -dice el Maestro- sobrevivirás".
Dos: "Otra actividad muy distinta recomienda Lao Tse (si es que existió). Este fundador del taoismo aconseja mantenerse al margen de todo. Nada es eterno, dice el Maestro. Así que no te ates a nada. Todo lo que existe perecerá, así que míralo por encima del hombro, mantén la distancia, no intentes ser alguien, aspirar a algo, poseer algo. Actúa por medio del no actuar. La fuerza radica en tu debilidad y la impotencia, la ignorancia y la ingenuidad son tu sabiduría. Si quieres sobrevivir conviértete en alguien inútil, innecesario. Instálate lejos de la gente, sé un ermitaño interiror, conténtate con un cuenco de arroz y un sorbo de agua".
Síntesis: "La esencia de la libertad consiste en elaborar proyectos, elegir el mejor y movilizar todas las energías personales para poder realizarlo. Para hacerlo inteligentemente, necesitamos saber como detectar EL PROYECTO MEJOR, y como aprovechar la energía de nuestros deseos, si van en esa misma dirección". José Antonio Marina en Arquitecturas del deseo. página 87.
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