sábado, 5 de enero de 2008

¡YA VIENEN LOS REYES!

Buenos días mis queridos amigos del mundo animal.
Los humanos están un tanto revuelto por el asunto de la llegada de los Reyes Magos. Todos esperan un regalo, los menos hacen examen de conciencia, y ya un número ínfimo de los mismos se dan cuenta de que sólo merecen negro carbón.
Supongo que algunos habrán incluido en su carta la petición de una mascota, como si de un elemento electrónico se tratase, y no han caído en la cuenta que a nosotros, los animales, los seres vivos, no se nos puede apagar como si de un game boy se tratase. Pasa el tiempo y los cachorritos crecen, necesitamos salir, no sólo para mear y hacer cacas, también nos gusta correr, o simplemente pasear para gozar de nuestro mundo natural, que no es el asfalto o el presidio de una perrera. Pero que ocurre, que hay días buenos y malos, temperatura agradable con sol, pero también lluvia, frío y en verano una canícula espantosa. Empiezan los problemas, el pero fue un capricho tuyo, que a quien le toca sacarlo, que en los hoteles no admiten animales, que la perrita está en celo y mancha, que si se ponen enfermos, que caro es el pienso, que si el collar anti pulgas y garrapatas, que vaya lo que cobra el veterinario por una puta vacuna, que si hay que bañarlo, etc, etc, y así hasta el infinito. Muchos se cansan, intentan colocar al perro como pueden, o lo encierran en un garaje o en el borde del pueblo, o si me cabreo lo mando a la perrera municipal y los más gilipollas los abandonan.
Con la educación ocurre lo mismo, se piensan que somos máquinas, y como hacemos caso a todas sus chorradas, pierden la paciencia y algunos nos dan cada somanta de palos que nos deja helados. La letra con sangre entra, pero no se aplican a sí mismos, y eso que la mayoría de los maltratadores no saben hacer la o con un canuto.
Gran parte de culpa en toda esta historia la tiene el que se permita exponer a los cachorros en tiendas y centros comerciales como si de televisores de plasma se tratase, así que los ve y el niño caprichosa y los padres inconscientes se gastan un pastón en algo que asimilan a un peluche, es la gilipollez de los urbanitas. Los rurales son más directos, el perro es un instrumento de caza, como una escopeta, y cuando esta última se jode se compra otra, si el perro falla, tralla que te creo y en los extremos el abandono o la tortura.
Pero no sólo esto ocurre con los de mi especie, pasa lo mismo con gatitos, peces y animales exóticos. Para estos últimos la tortura es aún mayor, lejos de su hábitat en microjaulas, vegetan desde serpientes hasta papagayos, pasando por iguanas, ardillas, etc. etc.
Yo en mi carta a los Reyes he pedido para todo el reino animal, respeto y sobre todo que se cumpla la Ley.
Personalmente espero que me dejen nueces, culebras y espacio para correr libremente. Para Frida un conejo, que la pobre es cazadora de raza, para Hera comida en abundancia, es una glotona. Para mis amos, que nos sigan queriendo y cuidando como hasta ahora.

No hay comentarios: