sábado, 28 de junio de 2008

CABRESTROS GLOBALIZADOS





























Buenos días amados, por fin he sido capaz de conectarme a la red. Os lo cuento, anteayer petó el router y mi amo que está enganchado, casi tanto como yo, al rollo digital, se puso raudo y veloz en la tarea de reparar el entuerto tecnológico. Vano empeño, después hacer xmil llamadas a soluciones ADSL de Telefónica logró un número de la asistencia técnica, concretamente el 902-430233. Probar a llamar, sale un puto contestador telefónico que repite, incansable, el horario comercial de los vagos de este servicio, pero lo acojonante del tema es que llamas en ese horario hiprestringido y te vuelva a saltar la voz mecánica. En resumen, para cagarse en todo lo guiñable.
Menos mal que ni amo es hombre de recursos, osea un pagano de la dictadura digital, y tiene una tarjeta movistar que te conecta a la red, servicio por el que te pegan un sablazo de los padre y muy señor mío, amén de ser más lenta la conexión que la del caballo del malo.
Pero para todo hay solución en esta vida, he contratado, por internet naturalmente, los servicios de unas amables y rubicundas enfermeras rusas, las de la primera foto. Las tías los tienen bien puestos y por unos cuantos dólares les meten, a quien se ponga por detrás, una pera como la de la foto. Con ello está garantizada la purga instestinal de por vida, unos retorcijones perennes y una pedorrera de Huracán. ¡Van por ustedes, miembros y miembras del Consejo de Administración de Telefónica! ¡Qué disfruten de la penetración anal!
Hoy volvemos a ver a los humanos desde una óptica global.
Segunda foto: un tipejo de Hamás, mejor de jamás, clérigo, político y terrorista. Yo poco entiendo de estas cosas, pero no creo que rimen religión y ostión, menos que conjuguen.
Tercera foto: ¡Viva la Seguridad en el Trabajo Globalizado!
Cuarta Foto: ved con que parmisionia se toman los chinos el tema de la Bolsa, parecido a los occidentales, todos pegados a los móviles y a los portátiles. Los colegas chinos en cambio juegan al mús, como uno de los jefes de mi amo, un jeta y un vago, pero que cobra de puta madre. ¡Sirvengüenza y cabrón explotador!
Quinta: los militares no cambian, ni siquiera los orientales. ¡Puta parafernalia de la muerte anunciada!
Sexta: la belleza del guepardo, que ojalá pudiera enganchar al Mugabe de los güevos, y de paso poner pies sucios en polvorosa a sus bárbaros seguidores (foto VII).
Octava: las piernas de mi ama, así anda de chachondo mi jefe.
En fin os dejo, hoy me lo he pasado de puta madre en el paseo, la lástima es que este año hay pocas culebras, hoy en hora y media sólo me he cargado a dos mierdillas.
Un beso coleguis







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