ME QUEDO CON GRACE KELLY

Buenos días amados, hoy a pesar de ser domingo y lo relativamente temprano de la hora, ya está vuestra perrita adorada on-line.

Pronostico del tiempo, agua, más agua y más agua. Buena noticia para casi todo el mundo, riqueza vital caída del cielo, excepto para los jardineros urbanitas para quienes el agua debe salir sólo del grifo o mejor de riego automático, que es mucho más descansado. Para los perritos, pues un poco coñazo, los paseos hipercortos, la mojada y luego a secar con la toalla cuartelera que tiene ama, me pregunto como no se seca ella con ese engendro textil, seguro que se le cae la piel a tiras. Al hilo de esto ayer a mi amo se le ocurrió, nunca lo hace, el secarnos, como conejillo de indias me tocó a mí, vaya putada colegas, yo creo que se piensa que soy un peluche. La próxima vez os juro que le pego un tarisco. Otra de las ventajas de que llueva a mares es que los peñazos de los paseantes de fin de semana se quedan en casa, supongo que metidos en la cama, vestidos por supuesto y cubierto con siete mantas. Y es que estas gentes de segunda vivienda son ratas de cojones, no encienden la calefacción ni de coña, igual es que son ecologístas en acción, aunque más bien creo que son tacaños de profesión.

La tarde de ayer la pasamos un poco aburridas, siesta, micropaseo, tele y poco más. Por la noche la breve salida con el adolescente, con Joseba. Es un momento trágico del día, al colega no le hace mucha gracia sacarnos, el amo se mosquea y las que pagamos el pato de la mala leche colectiva somos las perritas, que salimos a la calle acojonadas y mi ama, la pobre sufre contemplando estas diarias peleas entre padre e hijo. La verdad es que el conflicto cotidiano con los adolescentes, fenómeno que ahora por lo visto dura hasta los 40 años, es aburrido y tedioso. Los colegas pasan de la ducha, utilizan en exceso el desodorante, todo el día con la misma ropa, su habitación una leonera perfumada por feromonas en desequlibrio, el rollo del salir, las pocas ganas de estudiar, todo el santo día pegados a la play o al ordenata, en fin un descontrol. Joseba es un buen chico, lo que pasa es que el entorno no ayuda, mucha gentes deja de estudiar sin acabar la enseñanza obligatoria, ellos a la obra ellas a cuidar críos, un puto desastre. Los padres de estos doctores de la vagancia, especialistas en juergas de pueblo, licenciados en botellón y porros, pasan de ellos, les dejan hacer lo que quieran y así no puede funcionar nada. Para colmo de males les compran hasta un coche, con por ejemplo un A3, que aunque sea de 2ª mano vale un pasta, a un mierda de crío que justo sabe leer y que es más vago que la chaqueta de un guardia. En fin con estas influencias mediombientales no nos podemos quejar de Joseba, por lo menos va estudiando y esperamos que el próximo año pise la Uni. Las perritas si le pedimos que no tenga tan mala leche, que comprenda que no somos máquinas defecantes y que nos tenemos que tomar nuestro tiempo, sólo 10 minutitos para nuestra micción nocturna es suficiente, pero a nuestro aire.

Ayer casi tengo que desconectar mi móvil virtual innalámbrico wifi, ¿qué que es eso?, bueno para los nuevos en este espacio os lo explico, es un sistema de comunicación con los humanos que sólo tengo yo, vuestra especial y maravillosa perrita podenco. Consiste en mi innata capacidad para conectarme con los bolos de los humanos, este sistema es tan potente que puede acceder a cualquier bolo del mundo, pero como todos requiere unos requisitos mínimos, en realidad sólo uno: que el individuo en cuestión tenga un cerebro habilitado como sapiens sapiens y que funcione con el sistema operativo del sentido común. Parece que no es una exigencia especialmente restrictiva, pues lo es, en realidad me puedo conectar con muy pocos bolos en el Hemisferio Norte y muchos más en el Sur. Conclusión hay mucha más capacidad humana, pero con diferencias espectaculares, entre los más pobres. Parece como si un humano cuanto más rico sea menos capacidades sapiens tenga. Bueno y retomando la historieta, ayer fueron miles las conexiones de los machitos que protestaban por no poner chicas en el blog, ya os expliqué que fue a petición de las chicas, que están hartas de ver a tanta tetuda silicónica. Pero antendiendo a los ruegos de los varones, y sobre todo para dejen de colapsar mi línea, hoy todo chicas.

Pero como mi amo está un tanto nostálgico, quizás sea debido a que no se va de bares con su colega Gambi, he dividido la composición en tres apartados:

-Primer apartado (parte inferior): modelo tetudo siempre medio en pelotas, tipo también de cartel de taller de reparación de coches, es un paradigma anglosajón.

-Centro: La musa Bruni, el equilibrio, la perfección, la foto en movimiento, la Grace Kelly republicana.
-Segundo apartado (parte superior): la belleza de verdad, es decir nuestro modelo español, sin tanta necesidad de mostrar cuerpo, belleza en si misma, la cara el espejo del alma, los andares la gracia femenina.

Lo que no sé es para que cojones he puesto la foto de las revistas del corazón, pero da igual, os hago un comentario. A mi amo le encantaba leer el Hola sobre todo, eran los tiempos en que vivía con má, me comenta que eran revistas donde se mostraba un mundo ideal, quizás más para cenicientas/os que para ciudadanos, más propio del ambiente neblinoso de una dictadura que de la diafanidad democrática. Pero en España la evolución de la prensa del corazón ha degenerado hasta extremos chabacanos y vomitivos, ¿cómo se puede comparar a la desaparecida Grace Kelly con la sinvergüenza de la Pantoja? Ni siquera se puede colocar en el mismo espejo al tenorio de aquel Espartaco Santoni con el esperpento del camarada Julián Muñoz. Resumen: la prensa rosa es más bien semanal marrón, de mierda, de cagalera, de diarrea de bayonesa, gallonesa, mayonesa o cojones se diga.

Os dejo, un consejo, seguir el modelo del segundo apartado mis queridas chicas. Para los burros de los machitos que se pierden por las curvas reptantes, otro consejo, buscar un modelo de chica más natural, más mujer, menos muñequita hiperinflada.

Un beso, voy a sobar, los días nublados me producen una somnolencia más rica.