Buenos días amados, hoy es lunes, así que empieza una semana (para los anglosajones empezó ayer, mira que son raritos de cojones). Por lo tanto os ruego empezar el día con optimismo, con ganas, sin pereza, vamos a intentar ver cada día las cosas positivas a la vida, que para desgracias ya tenemos bastantes sin necesidad de invocarlas.
Alguno se preguntará ¿cómo vamos a empezar la semana vitalmente optimistas viendo las fotos que nos presentas?, precisamente por eso mismo, debemos intentar dar la vuelta a lo que parece tan cotidiano como irremediable.
27 mujeres han perdido la vida, en lo que va de año, a manos de sus parejas en la España superdesarrollada del siglo XXI, la de los gobiernos rosas. Una cifra que es brutal, que no se detiene a pesar del endurecimiento de la ley, de los ministerios de igualdad, del día de la mujer, del día de la madre, y del día de los días. Medidas que son insuficientes y que lo seguirán siendo si no se profundiza en la raíz del problema, para ello es fundamental la vacuna profiláctica de la educación, pero esto parece que no lo quiere abordar ningún político.
Pero hay una cifra, unas estadísticas que jamás afloran en la prensa, en las radios o en las televisiones, seguramente por la razón más obvia: no existen datos. Se trata del maltrato psicológico, ese que no deja moratones, que no mata, pero que anula a la persona. Existen algunas estimaciones y lo que parece claro que es la forma más común de maltrato, tanto a mujeres como a niños, también para el colectivo de los ancianos. Lo que es evidente y clínicamente demostrado son sus efectos, tan devastadores o más que la paliza o la cuchillada. Es un fenómeno muy difícil de combatir, de diagnosticar e incluso de probar. Así que cuando os sintaís como un cero a la izquierda, como un objeto sin valor, cuando vuestra autoestima esté por los suelos, ojo, el maltrato puede estar ahí.
Otras formas de hundir a la mujer a la miseria es su superexplotación. No nos llevemos a engaño, la esclavitud existe, millones de mujeres permanecen durante más de 12 horas al día, siete días a la semana encadenadas a la máquina. Viven en las fábricas de los países de bajo coste, su salario mensual: lo que puedan costar unas zapatillas Adidas en Europa.
Pero donde todavía el problema se manifiesta con mayor dósis de crueldad es en Africa, allí la mujer soporta todo el trabajo doméstico, desde procurar alimentos a todo el clan, a garantizar el consumo de agua o el de leña. Ayer la vicepresidenta del gobierno de España se quedó asustada, perpleja y sobre todo horrorizada, visitaba un centro de producción de chufas en Nigeria. El dueño, gerente o tratante de esclavas acudió a recibirla con su familia en pleno. La Vice pensó que las mujeres que lo acompañaban eran sus hijas, pero no, se trataba del harén al completo del sátrapa nigeriano.
A la mujer de la foto en blanco en negro, norteamericana para más señas, más inteligente que su marido e infinitamente más trabajadora, su marido la ha sometido a un calvario de infidelidades (aunque para el macho con el que convive las mamadas no lo son), ahora pugna por hacerse con un espacio en la más alta magistratura de su país. Blanco y en botella, ¿de quién se trata?
Muchos jóvenes siguen empeñados en representar el mismo papel que sus mayores, mirad la foto de esos dos adolescentes mangas (ojo no es que estén borrachos), es de pena. Muchos dirán que sólo es un look, a mí me parece que denota algo más que simplemente una preferencia estética.
En las dos últimas fotos el descerebrado oficial, el borracho hoolligan turista de campos de fútbol y palos con la madera; en la otra el frío asesino.
En fin chicas, de aguantar cero, lo mismo para los hombres (menos) que os anulan vuestras mujeres. Por cierto el vicio nefando de maltratar a la pareja no es exclusivo de los heteros, se da con gran frecuencia también entre gays y lesbis.
Bueno os dejo, tengo sueño, el día promete sol y buen tiempo, os deseo lo mismo para vuestras almas sensibles.
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