miércoles, 7 de mayo de 2008

EL INTRUSISMO PROFESIONAL Y LA COMPETENCIA DESLEAL












Buenos días amados, vuelvo a la tarea de escribir en este espacio de encuentro, siempre con la intención de aportar algo de sentido común y una pizca de sano humor.
Hoy me encuentro algo mejor, ayer me tuvieron que llevar al veterinario, una ampolla y un pastilla. El diagnóstico igual que a los humanos en la SS, vista desde lejos, talonario y a correr. Menos mal que tuvieron la delicadeza de no cobrarle nada a mi ama. No me hiceron ni una pregunta, yo como convidada de piedra (acojonada, me meo de miedo en el vete), mientras mi ama y el barbas galeno contándose la pena de Murcia, como si la enferma fuera mi jefa. En fin, una pena, si se hubieran dignado a leer el blog sabrían que estoy jodida del estómago por culpa del puto pienso. A ellos dos, también al cabestro de mi amo, los tendría todos los días comiendo guindillas caducadas mezcladas con espárragos liofilizados. Aunque si soy sincera me temo que a mi amo le daría igual, engulle cada basura cósmica de espanto. Su último hallazgo, arroz al curry, creo que fabricado en Alemania (que a la vez lo comprarán en algún país de bajo coste, léase en la Ucrania nuclearizada por ejemplo). Este engendro culinario lo venden en unos sobres, como las sopas, se pone a hervir durante 5 minutos y la bazofia ya está lista. Una vez ingerido, comerlo es tarea imposible, produce un efecto fulminante: pedorrea apestosa, ardor de estómago apocalíptico y una sed que ni la de los Navajos en el desierto de Nuevo Méjico. Del precio del subproducto presuntamente alimentario ni os comento, simplemente indicar que es todavía más barato que el más económico de los piensos para perros que se pueda adquirir en un hiper de esos de bajo coste.
Lo que más me fastidia de mis desarreglos estomacales es que a veces no puedo contenerme y me tiro cada ventosidad que parecen más bien bombas fétidas concentradas, tal es la magnitud del olor que estoy pensando patentarlos para venderlo a los yankees, si lo utilizan en Irak se acabó la guerra. Yo que soy una perrita hipereducada sufro cuando apesto de tal manera la casa, incluso si me peo en el jardín se activan las alarmas de Protección Civil, pero que se jodan y me cambien el régimen carcelario alimentario de campo de exterminio perruno. ¡Vivan las paellas y las salchichas de sobre! ¡Viva por siempre el chuletón! En fin, de ilusión también se vive, lo único que pido es que no se le ocurra a mi amo darnos arroz germano al curry, sería ya el copón.
Bueno, a lo nuestro amados coleguitas, los artistas callejeros son una bomba total. El mural, que ahora los llaman grafitis y no me explico la razón, es verdaderamente ingenioso, combinar el medio cuerpo papal con las lujuriosas piernas de la Monroe. Mi amo tiene un amigo, Pepe, que además de ser policía municipal en Vitoria, regentaba un bar también municipal, el de Landázuri, y entre copa y copa solía surgir el tema de los curas. En aquellas sabias conversaciones de taberna, este buen hombre tenía muy claro que había que diferenciar dos partes en la corporeidad del clero: la superior o la doctamente cerebral, la santa; la inferior la antítesis. Os ahorro los comentarios acerca de la parte que empieza en el ombligo y termina en la punta de los pies, puede llegar a ser tan pornográfico que acabe en la chirona inquisitorial.
Siguiendo con temas divinos os he colocado una viñeta en la que la de manera ingeniosa e irónica se habla de la crisis económica que están padeciendo los humanos ricos (los perritos la llevamos sufriendo años a tenor de la mierda de pienso que nos compran), los pobres no la tienen ya que simplemente se mueren de miseria y asco. Crisis, más bien plaga de mosquitos asquerosos que se han alimentado en las cíenagas del capitalismo especulador financiero, me refiero a mis odiados poceros (por cierto un saludo cariñoso a nuestro representante local del gremio de la construcción: el pocero desmelenado). Estos tipejos y tipejas me ponen más mala leche que el pienso, son una banda de cabrones, sin más.
Pero entre tanta crisis siempre hay alguién que hace el agosto, el tema el de siempre, el sexo. La chiquita de rojo, que es una furcia de lujo, cuenta en un "libro" sus andanzas entre cama y cama, francés o griego, orgia o lesbos. Seguro que se forra, los tiempos de crisis son aptos para olvidar las desgracias cotidianas en la cama, con o sin compañía. Además como seguro que cuenta lo mucho que gana follando de pago y lo bien que vive, alguna lela se apuntará al carro. La prostitución puede empezar en el olimpo, pero acaba en el averno. Por lo tanto libros o películas basadas en los mismos sobran, no hacerles ni puto caso, seamos un poco inteligentes. No se trata de falsa moralina, es más bien una cuestión radicalmente ética.
Volvemos a asuntos más píos, los italianos, que son una bomba total, tienen un santo especializado en serpientes. San Doménico le llaman. ¡Es mi competencia! Él desde el cielo protege a los humanos de las bichas, yo desde la tierra me las cargo. Me parece dumping, el cuenta con Dios y yo sólo con mis piños, yo me la juego en el combate cara a cara, el vé la película desde alguna nube y como las serpientas reptan no hay peligro de que el piquen allás en las alturas de cúmulos, cirros y nimbos.
Así que entre los santos y los países de bajo coste la cosa está jodida, sobre todo para los curritos que dependemos de nuestro propio esfuerzo. Voy a pedir a la Comisión Europea de la Competencia que este santo italiano sólo pueda ejercer en la península trasalpina e islas adyacentes, de esta manera espero seguir teniendo curro, aunque para la mierda de pienso con el que me pagan, quizás sea mejor el paro.
Os dejo, seguir el ejemplo del beso inmortalizado en piedra, dejaros de chorradas y procurar ser, todos los días y en cada momento superfelices, es lo que realmente importa.
Un besazo



No hay comentarios: