Buenos días amados, vuelvo otra vez a la carga para iluminaros con mis maravillosas elucubraciones sobre la vida de mis queridos humanos. La verdad es que son tantas las gilipolleces que hacen a diario, que me estoy planteando dejar el blog y dedicarme a escribir un libro, o mejor una enciclopedia geológica sobre las piedras en las que son capaces de tropezar, no una vez, más bien en miles y miles de ocasiones.
Pero antes de empezar con el tema de hoy os quiero contar que ayer la lela de Hera tenía una garrapata en el ojo. Hay que ser mema para dejar que un bicho tan repugnante y tan parásito se pasee por el careto de una como si botox se tratase, pero ella es así, una malva. Parece además que se ha enamorado del perro más feo, flaco y asqueroso de todo el pueblo, cuyo nombre ya es de por sí vomitivo: güiski. Pero también hay que ver la ama que tiene el colega, es tan fea que su madre en lugar de darle pecho le daba la espalda, es tan fea que cuando enciende ella el ordenador salta el antivirus, en fin un poema. Todavía me acuerdo del día que saludó a mi amo por la calle y se metió una galleta contra una farola, a día de hoy todavía me descojono con sólo pensarlo. Tienen otra perra, una mierda sucia y medio guarra que la llaman ginebra, ¡hay que ser borrachos para poner esos nombres a unas mascotas! La verdad es que en este pueblo hay unas cuadrillas que te cagas, un día os hablaré de los rojos, no de los comunistas, de una pareja de viejos que se ponen hasta las cartolas de vino, por eso siempre van más colorados que la muleta de un torero, o que las bragas de las horteras el día de nochevieja.
A lo nuestro, hay una serie en la TV que se titula algo así como que sin tetas no hay felicidad. Yo la habría prohibido sin más, simplemente por el título, del contenido mejor no hablar. Osea que si no se tienen unas tetas como camiones no se es feliz, ni ella ni él y yo me pregunto ¿Qué ocurre cuando se tiene un pecho pequeño? ¿Se deja de ser feliz cuando a una mujer le amputan un pecho? ¡Hay que ser hijo puta para transmitir esos mensajes!. Se puede ser feliz con tetas grandes, pequeñas, con forma de pera, de manzana, empitonadas, caídas, subidas, etc. Lo mismo que con pollas grandes, gordas, flacas, dobladas, circundadas, etc. etc. Pero seguro que a nadie se le ocurre titular un programa con "SIN POLLAS COMO LAS DE NACHO VIDAL NO AL FELICIDAD", todo el mundo se lanzaría contra el arriesgado productor. ¡Hay que ser lelos e hipócritas!
Por eso me parece bien que Hera se enamore de güiski, aunque yo ya me encargaré de quitarselo de la cabeza, pero es un amor sin cortapisas, que nace directamente de su puro corazón canino femenino.
Yo prefiero que las historias de amor sean como la de mis amos, así que de tontos nada, más bien sabios pues el amor es lo más bonito del mundo, los filotetudos son los verdaros gilipollas malasombras.
Un consejo: amor para siempre, no tan trágico como el de los "amantes de Teruel", pero por lo menos tan auténtico.
Un beso queridos, por cierto que asco la colonia esa que nos han dado antigarrapatas, a mí que me gusta ir vestida sólo con Chanel number faif.
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