Buenos días amados, aquí está de nuevo vuestra estrella de la red que sigue en celo y sin poder consumar.
Buenos, dejemos los ardores hormonales a un lado y vayamos a lo nuestro, que no es otra cosa que ilustraros con mis maravillosas ocurrencias, las cuales por cierto ya empiezan a copiar alguno de los mass media más importantes del mundo. Algún día hablaré de esa cuadrilla de parásitos que se apropian sistemáticamente de las ideas ajenas.
Hoy os quiero comentar algo que pronto revolucionará el mundo de las relaciones laborales, se trata de las microvacaciones. Esto es un invento práctico de uno de los amigos de mi amo, el genial ":::::::". Por cierto como se entere que el llamo así me hace salchichas o algo peor, es buena gente, pero un tanto brutico.
La genialidad en cuestión se basa en estar disponible todos los días del año, excepto año nuevo, el día de Navidad y la fiesta Mayor del Pueblo, pero a la vez descansar igual que el resto de la gente.
Ejemplo: en las fábricas trabajan 220 días a 8 horas diarias, luego están de fiesta 145 días al año, osea 4,8 meses de los 12 que tiene el año, osea que la peña se pasa el 40% del tiempo anual tocándose los güevos, y luego protestan que trabajan mucho. ¡A otro perro con ese collar! ¡Vaya cuadrilla de vagos! Las únicas personas que trabajan los 365 días son las amas de casa, encima gratis, detrás de ellas "::::::::" que trabaja 362 días al año, pero con microvacaciones, ahí está la genialidad y la gran diferencia.
Seguimos con el razonamiento: 145 días x8 horas = 1160 horas, que dividas entre los 362 días, nos da que cada día el bueno de "::::::::" tiene unas microvacaciones de 3,2 horas. Esas horas no hay que cogerlas todas seguidas, hay que fragmentarlas en microtiempos de 30 minutos. 3,2 x60 = 192 minutos que divididos en periodos de 30 minutos dan un total de 6 descansos al día. Esos descansos se utilizan, fundamentalmente para fomentar las relaciones sociales. Veamos de qué manera:
-Por la mañana el desayuno en el bar. Café y copita para entonar.
-Sobre las 10 ó 10,30 almuerzo, a ser posible de cazuela, unos callos, sangrecilla, asadurilla, etc. fundamental el tomate que lo cubra todo, pan y clarete.
- Antes de comer unos blanquitos con los colegas, no más de 5.
-Después de comer una copita y un rosli.
-A media tarde un cubata relajante.
-De 8 a 9 potes con la peña, nunca superar los 10 y siempre con alguna tapita, primordial el queso y el embutido, todo ello siempre acompañado de la insustituible gundilla sorpresa, esa que hace que la ración de caldo de uva deba ser urgentemente incrementada.
- El sexto descanso se puede denominar de libre disquisición y disfrute, es decir depende de lo que pida el cuerpo ese día, en este no pongo ejemplos ya que alguno puede pensar que este es un espacio un tanto guarro.
En resumen queridos, la revolución total en el mundo del trabajo, del ocio y sobre todo de las relaciones sociales. Yo os aconsejo seguir este ejemplo, las actividades se pueden cambiar dependiendo de cada uno. Es mucho más práctico que no andar esclavos del tiempo, de los puentes, de las operaciones salidas, etc, etc,. Es mucho más barato, acaba con los agobios de tener que dejar el trabajo realizado antes de coger vacaciones ya que todos los días estas disponible, fraccionas el descanso, es ecológico y muy económico, no hay desplazamientos, ni aviones, ni coche, ni nada que se le parezca, fomenta la economía local ya que la tela se gasta en vuestro lugar de residencia y sobre es mucho más saludable para mente y cuerpo, donde esté la rutina que se quiten las movidas de cambios de horario, régimen de comidas, etc, etc.
Queridos, un beso, me voy a tomar la enésima ducha helada de la semana.
PD: he entrecomillado el nombre del amigo de mi amo, me cago de miedo sólo pensando en que se entere como le llamo. No obstante todos sabeís a quien me refiero. ¡Já, já, ja! ¡Un poco más cabrona y me hacen un monumento!
PD: he entrecomillado el nombre del amigo de mi amo, me cago de miedo sólo pensando en que se entere como le llamo. No obstante todos sabeís a quien me refiero. ¡Já, já, ja! ¡Un poco más cabrona y me hacen un monumento!
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