Buenas tardes amados, hoy estoy hirviente y eso que está nevando. Menos mal que mis amos me han recluído en casa y me vigilan por el paseo, y es que tal y como estoy soy capaz de tirarme al primer perrito que pille, tengo el celo al máximo de revoluciones y mi maravillos cuerpo canino pide saciar con premura los instintos pasionales desatados por el coctel salvaje de hormonas que circulan, a toda castaña y sin miedo a los antirradares del decoro, por este escultural cuerpo de odalisca canina.
Menos mal que a las perritas nos da la calentura un par de veces al año como sumo, que de lo contrario, es decir si fuera como las humanas, habría ya dado el locura de la libido desenfrenada. En fin, que le vamos a hacer, pero no quiero que esta entrada se convierta el Decameron o en el guión de garganta profunda. Lo siento pero no me puedo contener y ahora mientras escribo no puedo dejar de pensar el cuerpo serrano y sensual de Rex, el pastor alemán de esos policias austriacos de la tele. Me parece que me voy a tener que dar una ducha helada, o pasarme a gozar de los placeres de Lesbos, pero Frida está muy flaca para mi gusto y Hera más bien gorda.
No se como lo hacen las humanas, que en teoría están siempre receptivas y no tienen que depender, para gozar del sexo, de los cambios hormonales que el vulgo llama celo, supongo que para eso tienen un cerebro más evolucionado, aunque sus machos creo que piensan con el glande, al cual la sabiduría popular llama capullo.
Buena chicas lo que os quería decir es que ya estamos en Primavera, a pesar de la nieve, que pronto llega el verano, que tenemos que lucir palmito, así que a ponerse guapas, revisar el armario, un poco de ejercicio y a lucir bodies de cristal. Y con esos dos ingredientes y un poco de picardía a pillar a don Diablo.
PD: no hace falta lucir un cuerpo como el de la Bruni, ni tampoco tanta gilipollez como la Paris Hilton, simplemente explotar de vuestros encantos, que como los míos son casi infinitos.
¡Me voy a la ducha!
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