Buenos días amados, hoy empezamos con unos versos, que puestos en román paladino prosaico vienen a sonar de la siguiente manera melodiosa:
"Inclitas ubres uberrimas, nectar del busto fecundo....."
Después de esta sabia introducción, al tema de cabeza, como cuando como perrita cazadora me lanzo sobre ratón campestre (me parece que hoy estoy derivando hacia un lenguaje un tanto hortera y pedante). La jefa de los alemanes se ha lucido, escote sin palabras mostrando pechos rubicundos, rotundos, capazos inmensos de los cuales la patria puede nutrirse sin temor a desfallecer. Nodriza generosa para alemanes y como no para media Europa. El pasado verano, la dama, no de hierro, de acero germano, nos sorprendió mostrando una espectacular muslamen. Así que esta buena dama reivindica, quizás de forma inconsciente, ese arquetipo de mujer rotunda, voluptosa en las carnes, generosa en las formas, venus prehistórica adorable, amante y amamantadora fertil.
A mi amo le encantan ese tipo de mujeres, las voluptuosas en la carne abundante, modelos de belleza ahora trasnochados, pero a la par eternos. Bellezas de Rubens, majas de Goya, postales picantes de los años 20 del pasado siglo, de una Belle Epoque de entreguerras donde el champán y el amor sin límites intentaban tapar los nubarrones que presagiaban el fascismo y el comunismo. Mujeres gordas para el canon actual, sanas y bellas en realidad, alabo como mi amo que mujeres tan rotundas como la jefa de los alemanes muestren su cuerpo generoso, que se reivindique el cuerpo femenino en la preciosidad de la abundancia, que se destierre el canon enfermizo de mujeres al borde de mostrar la blancura dramática y horripilante de la osamenta, justo sujeta por una piel cetrina.
¡Qué vuelvan las majas en carnes generosas! ¡Qué regresen a la retina esos pechos abundantes que pugnan por saltar el límite del sostén! ¡Basta ya de anorexia y bulimia, de tallas de colegiales para hembras adultas! En definitiva pido el regreso, necesario, a cuerpos con sentido común, con formas rellenas, espectaculares en la abundancia.
Así que mis queridas amigas, siempre con buen gusto, os recomiendo dejaros de chorradas, de compejos absurdos, de modelos de campo de concentración, lucir vuestras carnes y orondeces, gozar de la vida y de la abundancia con la que la generosa naturaleza os ha dotado, lo otro es antinatural.
Para mis admiradores masculinos, gozar de estas chicas, con respeto y cariño, que como dice mi amo si somos buenos nos espera la fresa madura de unos labios femeninos, el tiene suerte, se porta bien y mi ama con un besito de su preciosa boca le premia.
Ser buenos, me voy a sobar, vaya mierda de día, llueve que te llueve. En cuanto me despierte le doy un besito a mi gordita favorita, la buena de Hera.
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