Es una verdadera pena pero nuevamente me veo, en la imperiosa obligación, de tratar el tema del mal gusto, concretamente de la fealdad supuestamente creativa.
Por desgracia hay que buscarse la vida para sobrevivir dentro de la jungla, absurda, del universo sapies, unos como curritos y otros como generadores de necesidades. En el primer caso se encuentra la pobre modelo de la primera foto, una chica de buen ver pero ataviada de tal compendio de mal gusto que me cago en los euros, en este caso rublos, que haya pillado por desfilar como un adefesio. En el otro lado el creativo, un ruso que me parece puesto de vodka hasta los güevos, de lo contrario no soy capaz de entender como se le pudo ocurrir un luk tan poco favorecedor, por no ser más explícita y contundente.
El caso de la apertura y colonización por parte del capitalismo financiero especulador de los espacios del este, antes paraíso del monocromismo comunista, está produciendo este tipo de engendros. Entiendo que es muy difícil cambiar el chip, es decir tirar la paleta de negros, blancos y grises para cambiarla por una con toda la infinita variedad cromática. Comprendo que los nuevos ricos no sepan en que gastar la tela, por cierto tan fácilmente conseguida. Aplaudo a los creadores locales, que tienen la voluntad de generar nuevas necesidades para esta cuadrilla de neomultimillonarios. Lo que no puedo aceptar, bajo ningún concepto es el mal gusto y chabacanería, encima etiquetados de presunto vanguardismo pogre.
La creatividad no está reñida con el mal gusto, os invito a ver la pasarela de París, donde los creativos son capaces de mostrar la belleza de la innovación. En otros foros, como New York o Madrid, se pueden contemplar excesos, mal gusto, pero en dósis menores. En Moscú ha sido, por contra, un paradigma de hacer las cosas con ramplonería, mal gusto y nada de creatividad armónica.
Quizás os pueda parecer un poco dura con los amigos del este, pero os invito a escuchar a cualquier grupo rock de esas latitudes y si hay oportunidad ver un video de cualquiera de ellos, la consecuencia: un ataque de acné como mínimo.
Menos mal que la policía femenina vela por el buen gusto, de los contrario si os obligan a lucir moda de esta guisa os aseguro que el coco casca de un infarto.
Un beso, ser siempre buenas, amorosas y glamurosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario