martes, 8 de julio de 2008

LOS OGNIS DE HERA











Buenos días amados, ya estamos todos en casa, después de 15 días con los abuelos ha vuelto al hogar la hija de mis amos Geiby. Joseba también regresó de un fin de semana en Bilbao y vino el colega como un ecce homo, es decir con una catarro de dios padre, una pena la de estos chavales, anda que no les queda nada por aprender.
Hoy vamos a hablar de los fantasma de Hera. Para los nuevos os comento que Hera es una perrita golden que vive con nosotros, es la jefa nominal nominal de la manada, pero sólo por aquello de la antigüedad y es que los perritos somos un tanto piramidales en el aspecto de la jerarquía, pero sin la tontería y estupidez de los sapiens funcionarios o militares. Que quede claro a todo e mundo que la reina, rey, presidente de la República y Consejera Delegada de la casa soy yo.
Hera tiene una fijación: los globos aerostáticos. Dichos artilugios le parecen naves provinientes de un mundo que no es real, que es solmente imaginario, pero que acojona y mete ruido cuando les meten calor para evitar que se peguen las castaña contra el duro suelo. Cuando ve una de esas competiciones en el horizonte se pone alerta y si los vientos los acercan sobre nuestras cabezas se pone a ladrarles con una seriedad que impone. Parece un chamán conjurando a los malos espíritus. Para malignos los que pululan en el curro de mi amo, hoy se presenta el gran Rivapollas, el capo de los capos, el padrino de los jetudos, el vividor entre los vividores, el gran jefe, espero que mi amo le haga un buen exorcismo perruno y lo mande a una mina de sal a currar. Y es que estos pájaros y pajarracas (algunas chicas son más machitos que los machos) tienen más jeta de Balbeón, en el reino animal les llamamos parásitos o mantis religiosas (aunque estos sólo adoran al becerro del Banco Central Europeo, al euro, a ser posible en billetes de 500).
En cambio con los ognis no tiene esa prevención, sabe que son seres que vienen sólo de visita, para comprobar que coño hacen los humanos en el Planeta Azul. Algunos se pasean por las calles, disfrutan de las fiestas, como estos dos alienígenas en las fiestas de San Fermín. Por cierto uno de ellos me recuerda al gran ciclista vasco, Peio Ruiz Cabestany, pero no puede ser, el guipuzkoano (que mal queda el sufijo ano, lo podría cambiar Ibar Etxe por ana) es un tío que jamás se pondría de esa guisa, ni siquiera en las fiestas de Pamplona.
Os dejo con un consejo, cuidado con los globos y sobre todo con los ognis.
Voy a sobar un ratito.




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