lunes, 28 de abril de 2008

SAN PRUDENCIO: PATRÓN DE LAS TIERRAS DE ÁLAVA




Buenos días para todos mis amados e infatigables admiradores, vuestra perrita podenco favorita ya está conectada a la red, al igual que la dueña de Chuspi, el perrito amigo del barrio. Belén es una señora que está puesta al día, como yo, que en la red encuentra un espacio donde disfrutar y encontrarse con los todos maravillosos seres que hacemos de internet una herramienta agradable. Os prometo dedicar a esta buena mujer, a su perrito y a su marido una entrada monográfica (la verdad es cuando pulo mi lenguaje puedo llegar a ser una verdadera vate canina inspirada por las adorables musas).
Hoy es uno de esos días que le encantan a mi amo, la Fiesta de San Prudencio, patrón de las Tierras de Álava. Quizás en alguna ocasión ya os haya contado que aunque vivamos en la Rioja, en Casalarreina (conocida villa también como ojoculo) mi familia humana es alavesa.
Ser alavés no tiene nada de particular, pero para mi amo es algo especial, es la tierra donde vió la vida y el espacio en el que discurrieron sus primeros 42 años. Los alaveses tienen fama de ser muy corteses, quizás en exceso, de ahí el dicho de "alavés falso y cortés". La realidad es que son gente encantadora, aunque también es cierto que pecan en exceso de ser hipereducados. Para mí son como los británicos del continente, no como los hoolligans del fútbol, sí como esas gentes respetuosas que pueblan las Islas Británicas. Por eso tienen fama de serios, de aburridos, de amigos más de paseos que de ruidosas fiestas y las chicas de ser un tanto frías (para algunos un tanto calientapollas), pero todo eso son tópicos. Estas buenas gentes también saben desmelenarse, eso sí, con orden y concierto y como buenos vascos la juerga se basa más en la comida y en la priva que en persguir el ayuntamiento sexual.
Uno de los puntos culminantes de esta Fiesta del Patrono de las Tierras de Álava es la tamborrada, que viene precedida de un retreta (como suena, es decir como lo hacía en los cuarteles). En este alarde de tambores se mezclan los trajes de época (no sé de cual), los cocineros (osea los que durante todo el año se pegan panzadas semanales, los viernes en las sociedades gastronómicas) y las majorettes (que por el nombre a francés suenan). El yantar tortilla o mejor revuelto de perretxicos (hongos maravillosos) y la ambrosía de los dioses: caracoles. Todo ello regado abundantemente con los divinos caldos de Rioja, por supuesto alavesa (que es el mejor vino del mundo mundial), para finalizar la copa de patxaran y un puro de tres pares de cojones.
Así son los alaveses de fiesta, alegres sin pasarse, bien comidos y bebidos, siempre respetando a las mujeres, pero no por ello pensar que son medio frígidos, si se tercia un buen polvete, pero sin la paranoia que existe en otras fiestas. Los alaveses son las gentes más civilizadas de Europa, lástima es que sean tan pocos y tantos los animales que andan sueltos con apariencia de sapiens.
Voy a recordar a alguno de los amigos de mi amo, los "ovejos", así se autodenominan por estar siempre juntos, casi pegados a la barra del bar Acotz del inefable "ojosdegüevo" y siempre armados de la tradicional jarra de cerveza, el mundialmente conocido "cancarro" o "calcarro" (depende de la variedad dialectal alcohólica que se emplee). Entre los miembros aventajados del rebaño ovino masculino destacan el Artxa, Gotxon, el "enterrador" y el "Jefe", castas hasta la sepultura.
En fin que los colegas de mi amo se lo pasan de puta madre.
Bueno vamos a poner punto final deseando a todos los alaveses que pasen un día fenomenal, que no llueva mucho (Prudencio es un santo meón) que se ponga hasta el culo de caracoles y perretxicos y que las libaciones de Rioja Alavesa y de Patxaran se realicen con moderación, es decir pillando el punto pero no la grava.
Gora Prudentzio deunaren eguna.
Agur amados.


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