lunes, 14 de abril de 2008

FORZA ITALIA

Buenos días amados, vuestra amada perrita ya está conectada a la red y como siempre dispuesta a ilustraros con mis sabios y superinteligentes comentarios.
Hoy os quiero hablar de política, de esa actividad de los humanos que consiste en alcanzar un cargo público y desde esa plataforma de poder hacer más feliz la vida de todos los sapiens. Pero a juzgar por todas las lecturas que comparto con mi amo, vía wifi neuronal, parece que ese propósito tan loable, en la mayoría de los casos, se convierte en algo antinómico, es decir que los políticos se sirven de sus cargos públicos para no pegar ni palo al agua, vivir como ricos a costa de los pobres y en muchas ocasiones montar cada fregado del copón. Si me baso en lo que los libros de historia muestran pocos son los especímenes políticos que han servido a su pueblo con devoción y menos son los que han logrado elevar su nivel de vida, de bienestar y de educación. Da la impresión de que ha sido, el impulso de cada individuo en su trabajo, en su saber hacer lo que ha provocado una serie de sinergias colectivas empeñadas en dominar las adversas fuerzas de la Naturaleza.
Dominar el medio ha sido, y es el leiv motiv de los humanos, con ello han conseguido, de forma por cierto bastante dispar y cruel, hacer que la vida de los sapiens sobre el planeta azul sea más agradable, para ellos. Este esfuerzo desde la individualidad para la colectividad ha servido para que por lo menos en Occidente exista eso que llaman democracia, un invento de los amigos griegos haya por el siglo VI antes de Cristo.
En las democracias occidentales la clase política es algo tolerado en aras de la paz social, es decir se permite que una minoría de dedique a la cosa pública, a tirarse puñaladas verbales, a presentar proyectos muchas veces absurdos, a generar polémicas estériles. Para ello se les dota bien de forma económica y con dinero público, para que no tengan la tentación de hacerlo por otras vías, por esas que terminan en guerras, muerte y destrucción. Es un precio, a mi entender barato, para dar una oportunidad a quienes están absorbidos por la erótica del mando, para que monten sus orgías particulares en fiestas privadas circunscritas al ámbito parlamentario y a las incursiones en prensa, radio y TV. Es mejor que sea así, que estén ocupados en tertulias radiofónicas, en elaborar planes que nunca se hacen y que no tengan la tentación de buscar el placer en espacios más amplios y con medios sadomasoquistas. Por lo tanto la clase política es un mal necesario para los humanos, para que los alfa se crean que lo son de verdad y dejen al resto de la manada humana trabajar y vivir en paz. Donde no existe democracia los resultados sociales son palpablemente desgraciados, guerra, desgracia colectiva, etc. etc.
La democracia no es la panacea para los humanos, pero los libros en este aspecto son testarudamente concretos, donde existe se vive razonablemente bien, donde imperan otro tipo de regimenes políticos se vive de puta pena. Incluso los perritos lo vemos, no es lo mismo la vida que se pega mi primo en los EEUU o yo en España, que la de nuestros congéneres en África, la India y demás zonas deprimidas del mundo.
En los páginas de los libros de Historia se puede ver que los humanos han sufrido grandes y brutales calamidades por no saber dar a los erotómanos del poder un espacio donde se sientan a gusto, bien pagados y creídos de que son los amos alfa de manada. Durante milenios los alfa han empleado la fuerza salvaje para hacerse con el control social, dejando al resto de la manada sufrir y morir, mientras ellos se defendían de incipientes alfa que les intentaban quitar el poder dictatorial.
Ayer hubo elecciones en Italia, en la maravillosa y ocurrente tierra transalpina. Os muestro un cartel electoral, no al uso, pero por lo menos algo original, aunque siempre sea a costa del cuerpo femenino. Pero las mujeres somos más audaces, en él una candidata muestra su espectacular culo, los hombre políticos no se atreven, por el momento a emularla, quizás por miedo a mostrar sus rabos de aspirantes a alfas, igual si los enseñan, sin fotochop, el cachondeo colectivo hubiese sido mayúsculo.
En las pasadas elecciones generales en España, los carteles eran recatados, de gentes serias, con caretos como monolitos, un aburrimiento.
En Italia, el humor, el cachondeo, son parte de la vida, intentemos recuperar ese espíritu para nuestros aburridos y muchas veces semi siniestros políticos. No sé si la chica en cuestión ha obtenido su acta, pero se lo merece, por lo menos por transgresora y sobre todo por sacarnos de la molicie del aburrimiento del coñazo político.
Si mi ama se presenta a las elecciones con un cartel similar gana por mayoría absoluta, por lo menos es lo que dice mi amo.
Un consejo: disfrutad de la vida, arriba el humor y como lema para esta semana, la otra y la siguiente el sabio consejo clásico de CARPE DIEM.
Un beso colegis.

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