Buenos días a todos mis admiradores, cada día más en este mundo digital tan maravilloso, pero donde también corre también cada sinvergüenza de tres pares de cojones (eso dice mi amo, cultureta y mal hablado cuando se tercia).
Hoy me he quedado estupefacta al ver la piñada macromonumental del bicho jurásico. Nada que ver con la mía y eso que pensaba que estaba armada hasta los dientes (vaya perogrullo más gilipollas).
Un inciso (mejor un incisivo, otra chorrada) ¿no será que los perritos nos asimilamos a los amos? Yo nunca decía palabrotas, pero llevo una temporada que manda güevos, al igual que mi amo. Espero que nos corrijamos ambos, puesto que ya no sé quien influye a quien. ¿Será que la malhablada soy yo y se pego al jefe? ¡Estaría cojunudo! (otra palabrota, y encima machista).
En fin al tema, cada vez que veo una especie extinguida, sobre todo si se trata de criaturas tan poderosas como los dinos, me cago literalmente. ¿Cómo sería un mundo futuro sin perritas podencas? No soy capaz siquiera de imaginarlo sin temblarme desde la punta de las orejas hasta el final del rabo. ¿Y que hago yo para evitar la extinción de mi especie? ¡Nada!
Tengo que tener perritos como sea, no puedo dejar mis maravillosos genes morir en mi bellisimo cuerpo, los tengo que transmitir. El problema es que no encuentro ningún adorado novio, el chuspi no está mal, pero es un enano ratonero.
¡Amo quiero un novio! y también una piñada como la del dino, anda que no iba a acojonar al barrio.
Un beso con lametón
No hay comentarios:
Publicar un comentario