Buenas noches mis amados fans.
Hoy pulsamos la realidad tecnológica, pero en este caso plenamente respetuosa con el medio ambiente.
Se trata de un artilúgio que con el movimiento genera electricidad, una especie de dinamo muscular. El invento en sí no parece tener mucha enjudia científico-técnica, pero dados los tiempos en los que nos encontramos deberíamos buscarle más aplicación. No me imagino la de megavatios que los propios humanos serían capaces de generar sólo con el caminar. Supongo que sería mayor en los países de llamado Tercer Mundo, donde los medios de locomoción son más primitivos y menos universalizados. En el espacio vital de los ricos, donde los coches son la herramienta emisora de CO2 más utilizada, los resultados serían menores. Pero se podrían utilizar en esos gimnasios donde los obesos occidentales dejan la tela y el sudor salino para intentar recobrar un figura mínimamente humana.
Las perritas, a las que nos encanta pasear, somo partidarias de obligar a los sapiens, sobre todo a los afortunados que viven el rico hemisferio Norte a que utilicen este artilúgio, por lo menos con el mismo generarían electricidad para sus móviles, mp3, pdas, ordenadores portátiles y demás artilúgios, que en la mayoria de los casos son tan innecesarios como ecológicamente costosos. Además seguro que los costes médicos por los tratamientos de colesterol, hipertensión y demás dolencias de origen macrobiótico y sedentario se reducirían drásticamente. También serviría para mejorar las relaciones, pues el ejercicio al aire libre fomenta la socialización distendida, relaja, cuesta poco y sobre todo nos obligaría a contemplar la Naturaleza. Naturaleza muerta que lo es para muchos, que atocinados en el sofá, siempre con la tele encendida, no hace si no dejar pasar la vida, indolente manera de gozar de los bienes de la Naturaleza. Riqueza de todos los seres vivos, para disfrutar y compartir con orden, concierto y sobre todo respeto.
De todas maneras, con artilugio generador de electricidad o no, recomiendo un paseo diario, es saludable, aunque llueva (fenómeno ya extraño) o caigan chuzos de punta (todavía algo más extraordinario).
Besos.
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