Buenos días amados, hoy por fin llueve, por lo menos en mi pueblo, por eso quizás me encuentre un poco melancólica y es que los perritos somos muy sensibles al tema atmosférico y sus bandazos anticiclónicos.
Mi amo también es un poco tendente a la melaconcolía y sobre todo al romanticismo, pero con buen rollo, nada de depres. Siempre ha querido ir a Cuba, a la perla de las Antillas, pero antes de que el comandante pase a mejor vida. Anunció su retirada que ya defunción en vida lo es. Largo ha sido el espacio temporal en que ha gobernado la isla con mano férrea, pero 50 años han podido con su vitalidad revolucionaria del guerrillero de la Sierra Maestra. Luces y sombras para una dictadura tan longeva, donde como en todas el pueblo ha sido el pagano del mesianismo.
Fidel sea probablemente el último mito vivo de aquellas mujeres y hombres que soñaron con un mundo nuevo a través de la revolución, por ello todavía está presente en el imaginario colectivo, y aunque sea un dictador, queda un halo romántico en su figura. Otra opinión tendrán, evidentemente los torturados y fusilados en ese medio siglo, o el cubano de a pie que no conoce más paraíso que el del horizonte diario de la miseria, o las jineteras del malecón que en polvo con los yankees extraen el sustento, mientas la ganancia se la lleva los proxenetas, polícias profesionales de la dictadura.
Para mi amo, que deplora, condena y aborrece las dictaduras, Fidel es un tirano, pero en su consciente inconsciente, recuerda con tristeza una revolución que fue pero que no puedo ser.
Por eso las perritas de casa deseamos que vuelva el comandante, pero que en la siguiente vida no ate al pueblo con las cadenas de la miseria, más bien que augure el paraíso terrenal.
Hasta la Victoria comandante Fidel.
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