¡VAYA DÍA DE SAN VALENTÍN!

Buenos días amados.

Hoy tengo un cabreo monumental, me han puesto bozal, como al memo del camello de la foto. Ya me lo veía venir, ayer mi ama me llevó la veterinario, tonta de mí pensaba que me pincharían alguna puta vacuna, pero no, me probaron un bozal. Un artilugio de esos que dicen que son tan cómodos, que te dejan beber, incluso que puedes jadear a placer, pero de eso nada, parece un instrumento ideado por los amigos yankees para los talibanes de Guantánamo. Un elemento de tortura que debiera estar prohíbido, penado por ley y juzgados por el Tribunal Internacional de Haya los humanos que se lo pongan a los perritos.

En el paseo de la tarde ya me lo pusieron, pero como al salir a la noche mi amo no me lo colocó, pensé ilusa de mí que tenía la amnistía en la mano. He dormido de culo, a pesar de que la cama de mis amos es supercómoda, he soñado que la imbecil de Blackie me enganchaba y yo no la podría morder por la mierda del bozal. Vaya pesadilla de los güevos, lo he pasado de puta pena. Así que cuando mi ama se ha despertado y a querido hacerme cariñosos, le he pegado un gruñido que la ha dejado en su sitio. No se que cojones se pensaba, que iba a estar alegre y combativa después de la putada del instrumento diabólico. Si me joden, que se jodan, pero de vaciladas poco.

Hoy en el paseo de la mañana la misma canción, no he podido buscar nueces y como esto siga no se como voy a soportar el no poder cargarme a las culebras y es que con las sierpes tengo más vicio que un tonto por un caramelo.

Ya podeís ver que día de San Valentín me están dando, a mí que soy divina y adorada, también un tanto diablesa. En lugar de un novio me pone el burka perruno, serán gilis los tíos.

En fin espero que se les pase pronto y sobre todo que se les vaya de la olla el asunto de la reeducadora, no quiero institutriz austriaca y como la traigan, por cojones que le muerdo, pero con el bozal lo tengo jodido, pero ya me buscaré la vida para hacerle la vida insoportable, buena soy yo para estos temas.

Bueno, paciencia, un beso para todos, menos para mis amos que son una cuadrilla de cabestros.

Por cierto, no pienso moderar mi lenguaje hasta que el bozal vaya a la basura. Estoy hasta las tetillas.

BESOS.