viernes, 23 de mayo de 2008

MEJOR BELLAS QUE BUENAS





Buenos días que lo sean para toda esta maravillosa pléyade de incondicionales y sobre todo fieles seguidores de mis ocurrencias femenino-caninas.
Llueve que se jode y me estoy empezando a mosquear, además hoy es viernes y por la tarde caerán, como chuzos de punta gigantes la trouppe de los Agbergtos, es decir los gritalaris, que además no tienen siquiera el botón para ponerlos en stand by y las pilas jamás se les descargan.
Pero no os voy a comentar nada de ellos, hoy vamos de bellas, así que la mamá de los aulladores queda descartada, no por nada, sólo por fea, pero sobre todo por ejercer de bruja como la del cuento de Hansel y Gretel. Una puede no ser muy agraciada, pero hay infinitas maneras de ser bella, esta chica por contra oposita al Ginnes de la fealdad y el sinatrismo, significando esto último sin atra....(que parida más buena, cualquier día os cuento el chiste de menudo).
A lo nuestro, poco a poco y a causa de vivir con los humanos, de las lecturas de mi amo (que compartimos con el wifi neuronal) y sobre todo de mis paseos por la red y por las biblioteca casera, voy comprendiendo mucho mejor el cerebro humano. El de los hombres es eso que se puede ver en el dibujo, osea la polla, donde el glande o capullo es la sonda por la que se recibe la información feromonal y los güevos que es donde se procesa y se dispara el líquido viscoso blanquecino. Como es fácil deducir es un mecanismo tan simple como lo puede ser el intelecto de una ameba. Pero esta simplicidad y fealdad (yo la verdad es que no le veo el glamour a una polla) es la que guía a muchos de ellos, es su leiv motiv: pillar, procesar y escupir.
Con las chicas ocurre otro mecanismo mucho más sutil e inteligente: el amor. También muchos de los chicos lo tienen, e incluso son capaces de conjugarlo con el uniojo del glande.
Ocurre que hay dos tipos de mujeres, las bellas y las buenas, voy a intentar explicarlo en dos breves y certeras pinceladas (los machitos seguro que preferirían estocadas, pero que se jodan), para ello dos ejemplos: mi ama y una compi del curro de mi amo, a la que denominaremos Miss, por aquello de la privacidad.
La Miss sería asimilable a la rubia de lencería de talla reducida, mi ama a la belleza que otea el amanecer.
La Miss es lo que atrae de forma irrefrenable al glande, precisamente por dejar de ser femenina, por comportarse como el estereotipo ideal para la polla. Este tipo de tías están buenas, como cualquier objeto de consumo fast food. Pero sólo tienen un recorrido unívoco, sexo paradigmático de canón subproducto cinematográfico USA. Como la comida basura producen efectos secundarios y adicción. Entre los secundarios está el onanismo, osea que los tíos de pajean como monos en cuanto las ven. La adicción es peor, pues los condena al calvario de tragarse todas las pelis de la Lapiedra.
El tipo físico de mi ama es mucho más elegante, más femenino, más evocador, mucho más adorable, ya que conjuga lo intrínseco de la femineidad con la interioridad del alma. No es un objeto de consumo, es un don para compartir, para gozar, para hablar y sobre todo para evocar en cualquier momento. Mi ama, según dice mi amo, es para la eternidad, con glande o sin capullo.
Yo sólo soy una humilde perrita, pero chicas os aconsejo más el buscar la belleza que no el estar buenas, buscar corazones más que pollas.
También percibo que lentamente los machitos van desarrollando más el alma y dejando los impulsos del glande para el momento concreto, no siendo la polla su único radar vital.
Os dejo, mañana más.
Besos.

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