Buenos días amados, el tema del maltrato y del crimen contra las mujeres ya pasa de la raya, de nada sirven los destierros, las órdenes de alejamiento y demás rollos. No basta con dictar, hay que vigilar que se cumplan las sentencias, lo demás es papel mojado, pero con sangre de mujeres.
Los humanos siguen con su afición al ruído, a molestar a los demás, resulta paradójico pero hasta con cascos se oye la música estridente de los putos mp/pollas. Me pregunto como tendrán la capacidad auditiva estos chavales que llevan de pendiente el engendro electrónico supuesto reproductor de música. Tema aparte son los anormales de los vecinos que tenemos, esos bestias que van de civilizados, de colegio francés y que se pasan todo el santo día pegando berridos. Es una pena pero son unos amargavacaciones, jodefinesdesemana, alteranervios, en resumen: unos gipollas, chulapos de poco pelo, jugadores de golf de tercera, feos de cojones, reprimidos sexuales, y demás epítetos vejatorios. Les tengo más manía que la tonta cocker de blackie.
El que es majo es el jefe de los japoneses y el que hace el ridiculo es el imbécil que va dsifrazado de quijote de opereta. Desde luego los sapiens españoles son más tópicos que las pomadas de uso tópico.
Mi amo, como sabe que nos gustan los ognis, se ha buscado sus ognitas particulares, el pobre está más salido que el chivo de la legión.
Ayer nació un bebecito panda, enhorabuena para la comunidad de plantígrados asiáticos.
Para las chicas nostálgicas han inventado la manera de hacerse un clón de la polla del amante. Esto permite aliviar las ausencias, hacer una colección de trofeos de latex, poder comparar con propiedad, etc. Un buen invento. Me dicen que también se pueden hacer clones de los conejitos de las chicas y además con sabores. Para mi amo uno con aroma de cerveza. Es un clásico el tío.
También de ilusión se vive, mirad que majo está el pavo amarrado a la ilusión óptica.
Para ilusión la de las dos tazas de café.
En fin coleguis, voy al sobingcenter osea a practicar el colchoneting.
Ogvuar.
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