La red es una verdadera maravilla, pero mirad como era en 1930. La tecnología avanza que es un gusto, observad la lavaplancha.
Pero a pesar de todos los avances técnicos nada puede superar al milagro de la vida.
Vida con sabores amargos y dulces, o embriagadores. Las japonesitas optan por esto último, bebiendo sake en vajilla vegetal.
Mi ama en cambio con el Frenadol como copa, la pobre se ha pillado un trancazo de órgado.
Por último el jefe de mi amo, Rivapollas, castigado picando piedra con el nabo. ¡Já, já, já.....!
Os dejo, un besito coleguitas.
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