Buenos días amados, vaya sábado de los cojones el de ayer, toda las santa tarde lloviendo. A los que les da igual que llueva o nieve es a la cofradía de regantes de los guisantes, las vainas o la remolacha. Los tíos a darle al riego, total como el agua es gratis y el gasoil está subvencionado, pues leña al mono. Son cosas de la PAC, o Política Agraria Común, que no es más que dar dinero a los agricultores a cambio de votos. Con eso se consiguen dos cosas, que estas buenas gentes vivan como reyes del agropop y que se cierre Europa a la entrada de productos agrícolas de eso que los humanos denominan el Tercer Mundo. El efecto es letal, pagamos más por cada kilo de patatas y obligamos a que estas gentes de allende de los mares, cada día más paupérrimos, se vean obligados a lanzarse en brazos de las mafias para que los embarquen en las pateras de la muerte. Luego los gobernantes de los ricos sueltan tela a los dictadores locales para que pongan más control, aunque en realidad utilizan los euros para su enriquecimiento personal. ¿No sería más lógico no subvencionar la agricultura en Europa y permitir el paso de productos agropecuarios desde el Sur al Norte? Quizás de esta manera los pobres pudieran desarrollarse y no tener que lanzarse al mar en pos de la conquista de la frontera europea.
Los que tienen tela, como los iraníes, y gracias al petroleo, lo que hacen es gastarse la pasta de los petrodólares en subvencionar las madrasas, donde dejan que las niñas se empapen de un Islám mal enfocado y sobre todo destinado a convertirlas en objetos, en seres invisibles. Así surjen las tristes y patéticas top models de Bin Laden, que con el acceso a la moderna tecnología, se convierten en adalides de la propaganda del sacrificio individual terrorista en un guerra santa que no predicó el profeta. Para otras el deporte, siempre enfundadas en el burka. Para ellos los estudios y la tecnología, militar y destructiva. Y si hace falta hasta se trucan las fotos de los lanzamientos de misiles de largo alcance, la cuestión es provocar tensión, miedo y dar un mensaje apocalíptico a Occidente, como si a los Bush y comparsa les hicera falta más motivación bélica.
En fin, vamos a intentar desdramatizar, ver al astrópoto fotógrafo, que podría ser el simil exagerado del hortera de playa, ese personaje Güiston en los güevos, mechero en la goma del bañador tanga y móvil colgando del cuello, máquina de fotos en mano robando desnudos anónimos en concentraciones de robasoles.
Hoy vamos a ver otra peli de ognis, aunque luego Hera sueña por las noches. Le encantan pero se caga por la pata abajo. La que hoy veremos se titula "Agducidos en el Hospital" y por el careto del marciano del cartel tiene que ser para meterse debajo de la cama de miedo.
Voy a sobar un poco, luego toca paseo y ver como los regalaris locales despercian el agua. Menos mal que el tema de la Expo de Zaragoza es el líquido elemento.
Es una vergüenza como se desperdicia el agua para sacar cuatro guisantes subvencionados. Por mi que les den por el culo a estos agricultores irresponsables, poco ecológicos y nada respetuosos ni con la gente ni con sus propias tierras ni con las del vecino.
Un beso coleguitas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario