Leo en la prensa que los americanos han mandado una nave a Marte, lo que no saben los humanos es que los marcianos hace siglos que los observan desde su planeta Rojo. Una aclaración el término rojo no quiere decir que nos estén espiando desde Venezuela o desde Cuba, ni siquiera desde la casa del pocero local. Con ello me refiero que desde sus observatorios de Marte os contemplan, con rigor, sólo a los humanos.
Mi primo, que ya salió en este blog, tiene acceso a los datos secretos de la Nasa (Naturaleza a saber asombrosa), no a la de los humanos, a la de los perritos y me ha confirmado vía mail telepático, que los marcianos están acojonados. Tienen pavor a los humanos, a que se instalen en Marte y monten allí la Tierra II, es decir un complejo urbanístico en constante guerra. Pero para evitar esto tienen un arma letal, la IMBECILIDONA, que no es más que un arma biológica que aumenta la innata idiotez de la gran mayoría de los sapines. Para ilustrar la potencia de esta arma de estupidez masiva os cuelgo unas fotos, que hablan por sí sólas.
Futbolistas celebrando de forma un tanto impúdica y en público un gol, osea una patada que arroja un balón a una red. Hombres y mujeres pintarrajeados en un alarde de mal gusto. Soldados disfrazados de indigenas metropolitanos ejecutando la danza del aseregé o un camarada chino acudiendo al mercado a vender pollos de plástico.
En resumen, por muchas naves que manden los humanos a Marte, no tienen nada que hacer para colonizar el planeta rojo, los marcianos lo protegen gracias a ese arma para la que no hay contramisil. Lo que no saben los humanos es que los marcianos no son como ET, en realidad son perritos hiperinteligentes como yo. Nosotros los cánidos somos los reyes de la creación, pero dejamos hacer a los humanos, los vigilamos infiltrados en sus casas, y en cuanto vemos que se pasan lanzamos una dósis de IMBECILIDONA y a correr.
La última foto corresponde al sueño de mi amo de esta noche, su jefe RIVAPOLLAS empitonado en el ojete, por cabrón y tacaño para con sus empleados.
PD: hoy he compartido un secreto vital para los cánidos con vosotros, pero no penseís que podeís ir largando el mismo, en cuanto os haya penetrado esta entrada en el blog, se os olviadará, es uno de los efectos secundarios de la IMBECILIDONA y os juro que la dosis que llevaís es potentona.
Bueno por hoy vale, un beso colegis y me voy a sobar.
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