A lo nuestro, el ordenador de mi amo es una fuente inagotable de temas interesantes, sobre todo su galería de fotos. En este caso las que he mangado de su disco duro son las que aparecen en blanco y negro. Son instantáneas impactantes, es increíble como con una cámara de las de antes los grandes artistas eran capaces de producir verdaderas joyas artísticas y a la vez impresionantes documentos sociológicos.
No me explico como todavía existente esa especie de nostálgicos aburridos que se quejan de los tiempos modernos, anda que hace 50 años se vivía de cojones, sobre todo en esta España donde sus habitantes están todo el santo día protestando, me parece que lo que tienen es memoria de pez. Pero cierto es que los modelos se siguen repitiendo, ahora como antes las tareas de limpieza las siguen haciendo mujeres y las más pesadas de ellas para las extranjeras, muchas españolas han dejado el trapo como herencia para las foráneas, a las que contratan de forma basura, al igual que hacían franceses, belgas o alemanes con nuestras emigrantes de los años 60. Los guardias civiles de los años 50 tienen el mismo careto que, por ejemplo, los gendarmes marroquíes del siglo XXI. Las familias emigrantes que viven en los pisos patera también tienen un parecido, casi mimético, con aquellos españoles de la posguerra. Pero la memoria es frágil, protestamos contra la costumbre islámica del velo, pero nos olvidamos de los pañuelos que cubrían a muchas mujeres españolas de esos años, del luto, del alivio. En estos años de abundancia tampoco nos acordamos de las cocinas económicas, del puchero, de la olla de garbanzos, del pollo como plato estrella en bodas y días de fiesta patronal rural.
Recomiendo a muchos de los humanos españoles que tomen algún complemento para reforzar la memoria, que lean un poco, que dejen de ver operaciones triunfo variopintas, que dejen de quejarse endémicamente. A las chicas, a esas agresivas trabajadoras del ordenador que pagan cuatro duros y no aseguran a rumanas o portuguesas, que piensen en sus madres y abuelas, que no repitan el mismo esquema machista con otras mujeres, que las extranjeras también tienen derecho a vivir como personas, como seres liberados. Quizás sobre el ministerio de la igualdad, la ministra, su sueldo, su escolta, su página weeb en construcción, su coche oficial y sus patadas al diccionario y sobre todo la falsa moral colectiva. Si que hace falta menos racismo tribal y sobre todo más sentido común y recordar que lo que antes fuimos no lo queramos para los demás.
Ayer se casó el señor de Renault, el jefe de Alonso, el plaiboi de 58 años con una pavita monísima. Mucha UE, mucha liberación de la mujer y al final más de lo mismo, niña guapa casa con vejestorio millonario. En fin con su pan se lo coma la chavala en cuestión, pero anda que acostarse con ese viejo hipertrotado, es decir follar, tiene que ser como la penitencia a latigazos de las cofradías de penitentes de la Edad Media. Como dijo Enrique IV, el protestante, París bien vale una misa, pero yo no lo comparto, no creo que un diamante valga una mamada.
Por cierto una curiosidad sobre la boda, a la misma acudió el matrimonio Ansar y la señora Botella regaló a la novia una caja de condones americanos marca canditato republicano. Son tan eficaces que no te quedas preñada ni de coña, pero rascan como el vil esparto. En España se van a comercializar con la marca alíbido.
Cambiando de tema os recomiendo el libro de la foto, no está editado en español, pero da igual. Se trata de 400 fotos de pollas de más de 20 cm, la más grande de 28 cm. La pena es que la mayoría de vosotras os vaís a tener que conformar con el tamaño medio, ya que sólo el 2% de los machitos superar los 17 cm. En fin a pasar un poco de sana envídia.
También y a petición de Frida, vamos a pedir a nuestro amo que nos haga para comer paella, pero de gato. La Fridi (toma laísmo, me parezco a la Bibiana ministra) está hasta las orejitas de la mala leche de la gata familiar, la pérfida duquesa, que le pega cada sesión de bofetadas de aquí te espero y la Fridi se come la ensalada de tortas sin protestar. Si me lo hace a mí me la como.
Os dejo, estoy cansa, me voy a sobar.
Un beso coleguis.
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