domingo, 10 de febrero de 2008

¡SOY DIVINA!



Buenos días a todos mis admirados e incondicionales seguidores de estas ocurrencias perrunas.
Ayer harta estaba de las tonterías de Frida e de Duquesa. La primera todo el santo día recordando que es una galga, motivo por el cual se piensa que desciende de la pata del Cid. La gata, que ya de vieja creo que le patina de cebolla, se cree poco menos que la Emperatriz Sissi. Así que ya hasta el gorro de tanta tontería, me puse a investigar mis orígenes y resulta que soy DIVINA.
En la imagen aparezco representada como el dios ANUBIS nada menos, el dios de las Necrópolis. Sabía que los podencos eramos una de las razas de perritos más antiguas del mundo, pero ahí a ser divinos..... El descubrimiento ha sido para mí una de las más grandes alegrías, ya estaba harta de pasar por una plebeya en el mundo perruno. Voy a seguir investigando, ya que si los egipcios nos divinizaron hace 5.000 años, seguro que somos todavía más antiguos.
Frida y Duquesa dicen que eso no demuestra más que el que sea una perrita poco evolucionada, es decir que no sea más que un chacal un poco más socializado. A mí esas gilipolleces me dan absolutamente igual, yo sé que si por desgracia tengo que vivir en la naturaleza sóla, soy de la única raza que somos capaces de sobrevivir por nuestra cuenta. ¿Os parece extraño? pues de eso nada, ni siquiera los perros de caza, que tanto se lo tienen creído, serían capaces de alimentarse por sus propios medios. Quizás por eso sea divina.
La divinidad consiste en perdurar a través de los tiempos, en ser absolutamente independientes, en tener un genio propio, en no ser tan sumisos. Por eso yo soy como soy, un poco broncas, pero divina, adorable y amada.
Sólo Hera me quiere como soy, bueno y también mis amos, a los demás perritos y humanos les parezco un bicho salvaje y sin educar, pero lo que no entiende es que más bien soy realmente divina.
Bueno también Frida y Duquesa me quieren, pero como estoy enfada con ellas, hoy les voy a gruñir todo el día, además de fastiarles enseñandoles, cada vez que se acerquen, el fresco egipcio que demuestra mi divinidad ancestral.
¡Os quiero a todos!

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