lunes, 21 de enero de 2008

RUIDO, MUCHO RUIDO, DEMASIADO RUIDO



Buenos días mi adorados admiradores, hoy tocamos el tema del ruido, de la contaminación acústica, ese fenómeno, cada día más estridente, que pronto nos volverá locos a todos, especialmente a la cuadrilla de sapiens que colonizan todo el mundo.
Ayer mi amo (del verbo amar) puso la tele, fenómeno extraño en él, con lo que a mí me gusta, y es que soy una perrita adiovisual. Vimos un programa, en segunda de la Televisión Española, esa que nadie ve y que todos los gobiernos amenazan con cerrar, pero que por milagro todavía permanece en las ondas analógicas. El programa en cuestión se llama TRES-14 y trata de temas científicos con pretensión, loable de divulgación científica. Digo que no lo verá nadie ya que a las 19,30 horas de un domingo, muchos españolitos, están pegados al fútbol, que es la actividad cultural que más audiencia tiene en este nuestro país.
En el programa trataron de la CONTAMINACIÓN ACÚSTICA EN LOS MARES, producto como no de la actividad de mis queridos humanos. El ruido en el mar, producido sobre todo por los barcos, hace que nuestros mamíferos marinos, que reciben y emiten gran parte de la información a través de ondas sonoras de alta y baja frecuencia, son distorsionadas por los ruidos de los motores marinos. Así las ballenas, las orcas, los delfines, se desorientan, se pierden, y sobre todo no encuentran los bancos de calamares, su principal alimento. Las ballenas se comen hasta 1000 kilos/día de estos chipirones. Como no encuentran los bancos de calamares, estos se reproducen sin control y la cadena alimentaria se rompe.
En fin, los humanos, como siempre jodiendo el ecosistema. Esperemos que tomen nota, que utilicen la tecnología, que la hay, para evitar los ruidos. Es curioso, pero sólo los barcos y submarinos militares la utilizan, claro así el enemigo no los detecta. Manda güevos, los militares silenciosos, por una vez, y la peña civil metiendo ruido, no sólo los mercantes, también las embarcaciones de recreo.
Humanos, ya vale de meter ruido, dejar a los animalitos en la paz de silencio. No nos gustan ni las estridencias ni las discotecas, lo que nos encanta es la ARMONÍA Y LA FILARMONÍA. Capito?

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