LAS JOYAS DEL PELOPONESO

Buenos días amados, ya está nevando, así que al baño natural bajo los ecológicos copos de inmaculada nieve.
Hoy mi amo tiene visita en la fábrica, de una pareja de tocapelotas, uno más viejo que la pana, osea caballo fijo y el otro un pollito con ganas de sacar los espolones. El gañán no por viejo deja de joder mula, así que para despedirse le ha preparado a mi amo una encerrona. El gallito en ciernes más bien parece un zopilote de los del genial García Márquez.
Ambos vienen de una multinacional del auto, francesa pero con acento en este caso gallego. Forman parte de una secta dentro de la secta globalizada, son los que denominan PSF, que no quiere decir que militen en el partido socialista francés, son la policía del geto de los proveedores. Kapos de campo de concentración industrial, del que ellos mismo son prisiones que irán también a la cámara de gas cuando el amo invisible lo ordene.
Al viejo lo jubilan este mes. Fue uno de los mandamases de la fábrica viguesa, con galones, entorchados y medallas en el uniforme de cuello blanco. Pero un día cambió el amo del campo y una nueva hornada de SS se hicieron cargo de la solución final, así que lo degradaron a guardián del barracón fabril donde pena mi amo la pena del proveedor. Pero no por eso bajo en intensidad neurótica el degradado, así que se cebó con el proveedor, tocando las pelotas en la organización y en el bolsillo. Peligrosos son los burócratas de gulag degradados.
Ahora viene con el joven recién salido de la academia de los policías de la multinacional, un nuevo servidor acólito del altar del politeísmo multinacional. Sacerdote que vendrá con ganas de procurar nuevas víctimas propiciatorias para saciar al becerro metálico del fabricante de automóviles.
Yo como perrita no entiendo como los humanos se hacen la vida imposible entre ellos, pero en fin deben cosas propias de los sapiens.
Menos mal que también los capaces de hacer maravillas, mirad esas dos pulseras griegas elaboradas en el siglo V a de Xto.
Otra buena noticia, las nutrias vuelven a nuestros ríos.
Un beso coleguitas.