"Entonces, viendo que los magos se había burlado de él, se enojó violentamente y mandó matar a todos los niños de Belén y de todo su territorio, de dos años abajo, según el tiempo del que se había informado de los magos" San Mateo 2, 16-17.Siempre me ha sorprendido, en mi mentalidad perruna, que el día de los Santos Inocentes, se celebre con todo tipo de bromas, por cierto algunas de bastante mal gusto. Yo, como perrita podenco, de gran sensibilidad, aunque a las otras perras que no son de mi tribu, les parezca todo lo contrario, quiero dedicar esta entrada a los verdaderos Santos Inocentes, los niños. Así que con la Infancia, ningún tipo de bromas.
Quizás esté un tanto concienciada por que en mi familia humana, la hija de mis dueños, es una niña adoptada, de allende de los mares, allá por las tierras del centro de las américas. Mi amo, bueno mejor, mi amigo, que la esclavitud ya se suprimió, por lo menos de forma legal, hace más de un siglo, cuenta que cuando fueron a por ella, a un orfanato religioso, se encontraron con la realidad de lo que significa el abandono en los espacios, que los occidentales llaman el Tercer Mundo. La niña se encontraba en unas condiciones deplorables, dos años y medio y casi ni andaba y lo que es hablar nasti de plasti. Las monjitas, ortodoxas, hicieron por ella todo lo que pudieron, dentro de las limitaciones que tanto el país, como sus propias economías permitían. Adolecía de todo, sobre todo de cariño, además de unas secuelas físicas que a su desarrollo intelectual habían afectado, de forma que dicen, irreversible. De los males físicos, la superación ha sido evidente, de los que afectan a las áreas cognitivas, en camino vamos, los afectos más que recibidos y atesorados.
Por ello no puedo entender, como perrita que soy, que los humanos abandonen a sus cachorros, una perra jamás lo haría, las más de las ocasiones son los hombres los que nos arrancan a nuestras crías. A la pobre Hera le pasó algo parecido, a los 2 meses la embarcaron en un avión y desde Hungría a España, con la gata tres cuartos de lo mismo, en cuanto a mí, no quiero ni acordarme y a la pobre Frida, por partida doble, como cachorro y como madre.
Además los humanos torturan a sus propias crías, es verdad que una porción mínima de ellos, y cuando lo hacen la bestialidad supera a la de los animales salvajes. Golpes, humillaciones, tráfico sexual, trabajos impropios, y todo lo que jamás a un cuadrúpedo llegara a ocurrirsele. También, los que viven en Occidente, son responsables de todo aquello que ocurre en un Tercer Mundo, donde la vida no vale nada y sólo las materias primas y la manufactura barata justifica todo. No podemos criminalizar a las madres de esas amplias zonas de la tierra, que en momentos de verdadera desesperación abandonan a sus hijos, el hambre y el horror, son armas temibles. Muchas de estas mujeres, victimas de la incultura, son violadas o son madres a edades que en Occidente consideran infantiles, despojadas de toda humanidad, son simples objetos en sociedades donde los valores tradicionales han sido suplantados por una subcultura, importada en los aspectos más negativos por ese llamado Primer Mundo.
Pero siempre el optimismo debe prevalecer, el ejemplo de millones de madres y padres, capaces de dar hasta la vida por sus vástagos, tiene que ser el faro que nos ilumine, también debe servir para agitar las conciencias de los ricos de este Planeta, que lo son todos los occidentales en mayor o menor medida. Pero tampoco debemos olvidar esas bolsas, cada día más amplias de subpobreza en el mundo desarrollado, donde el desarraigo, el fracaso, las drogas y la indolencia acogotan conciencias y bestializan a las personas.
En fin, un beso perruno para todos los niños del mundo y un lametón cariñoso para todas las madres y padres que se vuelcan, día a día, en hacer de sus hijos ciudadanos consecuentes para este planeta azul. Y como no, para toda esa pléyade maravillosa de gentes que son capaces de dar amor a todos estos niños del abandono, ONGs (laicas o religiosas), personal de Instituciones Públicas y ciudadanos de bien de toda la Tierra
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