Buenos días amados lectores, hoy toca un poco de prensa, no sé si rosa, roja o amarilla.
Lo cierto es que el Presidente de la República Francesa despierta pasiones y en este caso las del género femenino, de tal manera que el hiperactivo Sarkozy ha sido capaz de hechizar nada menos que a la belleza de Carla Bruni. A la modelo y ahora, susurrante cantante italiana la están poniendo a parir, que si es una depredadora de hombres (famosos y ricos por supuesto), que si por el interés te quiero Andrés (como me ocurre a mí con mi dueño que se de ese nombre gasta), que si se está buscando un plácido retiro (pero si la señora, estupenda, sólo tiene 39 primaveras), etc. etc.
Tampoco al político galo le han dejado de lado las críticas negativas, sobre todo con los tópicos de siempre, que si la edad, que si se ha buscado una novia más joven que él, que los hombre no saben envejecer, que pronto a olvidado a la independiente Cecilia que si es un bufón, que sólo busca la notoriedad como sea, etc. etc.
Yo, como perrita podenco que lo soy, me gusta el carácter, siempre activo y dinámico, de este ganador nato que es el hijo de inmigrantes húngaros. Un hombre que ha luchado en todos los frentes de la vida política, desde alcalde, pasando por la gestión del delicado ministerio del Interior, hasta alcanzar la cúspide: la Presidencia de la República Francesa. Aunque es posible que en su fuero interno aspire a ser el máximo mandatario de una UE calco de su Francia napoleónica del siglo XXI.
A pesar de su aparente frivolidad lo cierto es que tiene un programa político claro, coherente y sencillo: sacar a su patria de adopción del desánimo y la desidia colectiva. Hombre de convicciones firmes, no deja indiferente a nadie, pero sobre todo por ese dinamismo, tan en contraste con el funcionarismo de gran parte de la sociedad gala. Es una persona que transmite energía, confianza, capacidad de superación, esfuerzo de trabajo, pero sobre todo ilusión. Para mí es su principal y gran activo. Tanta dosis de vitalidad que hasta ha sido capaz de seducir a la seductora de seductores, mujer que de la fama viene sobrada, luego para la que el interés de en la relación no puede ser más que personal, encandilada por este nuevo estándar de la masculinidad, pequeño, maduro, pero tremendamente atractivo. Lejos está de ser el paradigma de los aniñados modelos blandos de los metrosexuales, es un hombre corriente, que del optimismo hace su mejor arma.
Me tiene totalmente seducida, espero encontrar yo también a mi Sarkozy perruno, no quiero un novio, ni blandengue ni mucho menos pasota, decadente, aburrido o desidioso. Yo soy una perrita de acción, tan guapa o más que la italiana, que por cierto tiene a mi dueño en el limbo de la ensoñación, hasta que mi ama lo despierte de un bufido.
Pero ojo, todo no es de color de rosa, ni tampoco blanco ni negro, tampoco gris (esta frase es de las preferidas de mi amigo Andrés), por eso, vamos a reflexionar un poco, ahí la perla de hoy:
"Cuando se eliminan cinco grandes obstáculos -la miseria extrema, el miedo al poderoso, la ignorancia, el dogmatismo y el odio al vecino- todos los grupos sociales, con independencia de su religión o sus formas de vida, evolucionan hacia un marco ético que se caracteriza por el respeto a los derechos individuales, el rechazo de discriminaciones, la participación en el poder, la racionalidad como modo de resolver conflictos y las políticas de ayuda que implican una función social de la propiedad. El fundamento de este modelo es el reconocimiento de la dignidad de todos los seres humanos" José Antonio Marina, Las arquitecturas del deseo, páginas 185-186.
ESPERO QUE ESTO SIEMPRE LO TENGA, MI HÉROE SARKOZY, EN LA CABECERA DE SU AGENDA POLÍTICA.
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