Buenas tardes mis estimados lectores, hoy os voy a empezar a contar alguna cosa sobre mi entorno. Por mantener un orden, (mi amo insiste en que hay que tener la cabeza bien amueblada) lo haré por mis compañeras del reino animal que habitan en esta santa casa, respetando el criterio de antigüedad.
La más vieja de todas, y con diferencia, es la gata. Se llama Duquesa, (mi jefe tiene delirios de grandeza, a veces creo que piensa que desciende de la pata del Sidi), ronda los 14 años y la muy jodida se mantiene como una chavala, lo cual no es de extrañar pues se pasa el 90% del tiempo sopa. Es un gato con papeles, es decir con certificado genealógico que llega hasta los albores de sus ancestros, nació en Austria, la patria de la emperatriz Sisi y también del anormal de Hitler, pero yo prefiero verla más como princesa del caduco Imperio Austro-Húngaro que como una vulgar y salvaje camisa parda. Quizás por este origen palaciego sea tan metódica y sobre todo super educada, jamás hace pifias, al contrario que yo. Dicen que la cuna no tiene importancia, pero en este caso se demuestra lo contrario, ella es una mascota de élite y yo lo soy del arrabal. Pero os aseguro que soy infinitamente más divertida que ella, tanta perfección aburre sobremanera.
Toda la vida había vivido en un piso, allá en Vitoria, pero cuando a los amos se les ocurrió la brillante idea de abandonar la urbe por la Villa de Casalarreina, tuvo que acostumbrarse al nuevo entorno. Fijaros si será gilimema que le daba miedo pisar la hierba del jardín: ¡Hiper pija total!. En cambio ahora se pasa el día en la calle, acechando a todos los pájaros que puede, aunque cazar lo que es cazar, ni miau. En verano estaba yo dormida, pero siempre alerta, cuando la tonta de la gata acosaba a un cuervo de dimensiones más bien poderosas, hasta que el córvido se cabreó y casi se carga a la pija: tuve que poner orden y el luctuoso pajarraco a los nogales.
Duquesa es también muy sufrida, aguanta el dolor que es una pasada, cuenta mi ama que hace unos años el veterinario le diagnosticó una cáncer, de los jodidos. La operaron y la gata sufrió lo suyo, y hasta la fecha tan pichi.
Como es la más vieja, las demás Hera, Frida y yo, la respetamos y por donde pasa ella, nos apartamos y santa reverencia. No entiendo como los humanos no respetan de igual manera a los mayores de su especie, parecen tan inteligentes que muchas veces resultan de un estúpido supino.
La foto la he puesto al revés, que se joda, el protagonista de este blog soy yo, las pijas que se hagan el suyo. Como todos podeís ver, siempre en el quinto cielo, duerme tan profundamente que es capaz de acabar en el suelo sin darse cuenta, ¡vaya felino de las narices!. Pero ojo, si se cabrea empieza a dar bofetadas y si le hinchas las p......, saca las agujas que tiene por colmillos y te atraviesa sin que te enteres.
Bueno os dejo, aparece el amo y no hay cosa que más le joda que le anden en ordenador. Ahora jugará un poco en la red y luego se marchará a tomar unas cervezas. Otro día os hablaré de las tascas que frecuenta y de sus amistades peligrosas.
Por cierto y mientras se fuma un cigarro (vaya vicio que tiene el tío, menos mal que siempre fuma en el jardín), os recomiendo un libro, lo terminé ayer y es acojonante: ENCUENTRO CON EL OTRO DEL MAESTRO DEL PERIODISMO LITERARIO, RYSZARD KAPUSCINSKI, PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE COMUNICACIÓN Y HUMANIDADES EN 2003. ESTE LIBRO OS ABRIRÁ UN POCO FRENTE A ESO QUE LLAMAMOS TERCER MUNDO Y A LOS EFECTOS SOCIALES DE LA GLOBALIZACIÓN. ESPERO QUE OS GUSTE.
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