Buenos días amados, hoy para variar llueve y hace frío. A mal tiempo buena cara que estamos en finde.
Hoy quiero tratar el tema de grandes mujeres, pero no a sombra de hombres poderosos, aunque los ejemplos que os voy a poner parece que confirman todo lo contrario.
En el gobierno de Z hay una ministra para la igualdad, una chica muy simpática, graciosa, como sólo pueden serlo las gentes de la Gadir tartésica. Inciso: soy casi tan cultureta como mi amo, él es bastante más hortera, cosas de la edad. Volvemos a la ministra, es una pena que tengan que existir ese tipo de ministerios, cuando está superdemostrado, que las hembras, que las chicas por ser más fina, somos bastante más inteligentes y destilamos infinitas más gotas de esencia de sentido común que los machitos, esos que tienen un colgajo que vez en cuando se pone erecto, como las varas de las zahories cuando encuentran agua.¿ Será por esos que ellos le llaman al follar mojar?
En los EEUU ha ganado las elecciones un chico afroamericano, es decir un negro. Y ha vencido a un blanco, bastante viejo y carca acompañado de una bella señora más facha que el más facha. Los yankees han elegido al de we can en lugar en lugar de a la pareja de we go to the cavern (hostia, tengo un inglés que te cagas. El amigo Obama tiene una señora que es una maravilla, abogada por Harward y Pricenton, osea casi nada con la chica. Es una mujer inteligente, que tiene una carrera profesional impresionante, mucho más brillante que la de Barak, pero el presidente es el marido, no ella. Yo estoy segura de que la morena, la negra, vale mucho más que su consorte.
Antes estuvo de conyugue presidencial la Hilaria, otra tía con un par, lista sobre las listas y mucho más sensible a los problemas reales de los ciudadano que su marido, el presidente saxofonista mamalari. Anda que no tuvo que pasar vergüenza la Hilaria cuando todo el mundo se enteró que una becaria se la mamaba al marido y que este, guarro hasta el final, hasta se corría en su abrigo.
Hilaria se batió el cobre con Obama, ganó el chico, pero ahora este buen hombre la ha nombrado Secretaria de Estado, osea, ministra. Seguro que la idea se la ha dado su mujer, Michelle. Es una gran idea, una manera de reconocer su mérito y sobre todo de saber aglutinar a todos los demócratas. Aquí en España eso sería imposible, la peña política local es más navajera que los chaileros de las bandas clásicas de macarrillas españoles, que nada tienen que ver con los salvajes venidos del este, estos llevan hasta ametralladoras pesadas.
Antes de Hilaria hubo otra señora que cautivó al mundo, Jackie Kennedy, a quien imita la maravillosa pilingui de la Bruni. La Kennedy era una chica también muy bien educada, una pija bostoniano, mujer modelo para la época, donde las chicas debían de ser glamorosas, guapas, fieles y floreros de lujo. Esta chica también tuvo que aguanta lo suyo, el presidente Kennedy era un gran político y un gran admirador de la tías buenas. Recordar aquel japibirdai de la Monroe, la rubia parecía estar corriéndose, en público mientras susurraba gatunamente el feliz cumpleaños a su amante.
Por último están las chicas Pirelli, dos tías buenas, para mi amo un poco flacas, que en pelotas posan para un calendario que colgará de las puertas de los vestuarios de los talleres donde millones de currelas se podrán el buzo mientras se empalman con su cuerpos divinos. Estos calendarios deben de formar parte de una táctica de los jefes, así mientras piensan en las curvas de las chavalas se olvidan de sus reivindicaciones profesionales y sociales.
En fin guapas, a pasar un buen finde.
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