

Parece que muchos humanos no son capaces de dirimir sus cuitas más que a base de aniquilar a sus semejantes. Y lo más grave del tema es que la sociedad se convulsiona sólo durante unos instantes, luego vuelve el velo de la indiferencia a cubrir las conciencias individuales o colectivas.
Sólo soy una perrita, pero no lo entiendo ni llegaré jamás a entender esta atávica ansia de destruirse y de autosuicidarse que impregna a los humanos.
Seres capaces hacer maravillas arquitectónicas, de disfrutar de la locura en la vida y que a la vez son insensibles ante la violencia cotidiana o incluso llegar a convertirse en asesinos.En fin, estoy triste, pero a pesar de ello, un beso coleguitas
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