Buenos días amados, hoy, otra vez, otro maravilloso día de calor.
Nosotras ya estamos en casa, mi amo, que es hombre madrugador, pues sea invierno o verano, para las 5 de la mañana ya está en pié, escribiendo esos libros que nadie lee, pero con los que en su parto el bueno de mi amo se lo pasa bomba, pues dice que lo hace para no acabar volviéndose loco a causa del loco mundo de los humanos, pues no saca pronto, cuando hace fresquito, cuando no hay ni Blas molestando a la naturaleza, así que nos lo pasamos de miedo, olisqueando, meando por aquí y por allá, cagando por supuesto y correteando a nuestra santísima bola. En resumen una gozada.
Ahora estoy tumbada en mi colchoneta, bueno que lo es de todas, pero yo, que tengo más jeta que la Belén Esteban de la tele, pues me apropio de ella. Frida está en el sofá, y a pesar de lo que tiene terminante prohibido, ya ha montado su nido con la manta y la sábana que nos pone nuestra ama para que no estropeemos el sofá. Mi amo, que según mi ama, es un calzonazos le deja a la galga, y en cuanto baje la jefa, le montará, a él, y no a la caradura de Frida, un cisco de tres pares de cojones, y la galga a lo suyo, a poner cara de susto y hasta la próxima, y es que la colega tiene un morro que se lo pisa, y mira que los galgos lo tienen largo y apuntado, pues ella gana a todos los de su especie en eso de vivir como un reinona.
Hera, la pobre, como le hemos ocupado todo, pues en el descansillo de la escalera, que allí está fresquita, aunque para mi gusto el suelo está demasiado duro. Es la más buena de todas, con diferencia, la que aguanta nuestras manías, que las mías, especialmente muchas son, y siempre sin un solo gruñido, sin enseñar la piñada, sin asustarnos con su fuerza, pues si se pone, nos deja a las dos para Tafalla, pero no, Hera es así, más buena que el pan con chorizo.
Hablando de gente buena, de humanos que animales parecen, os quiero reseñar a una vecina del pueblo, mi amiga Hortensia. Supongo que si leyese esto se pondría más contenta de lo que habitualmente, mejor dicho siempre está, pero ella pasa de estas historias de Internet. Y quizás tenga razón, pues al final me parece que esto de la red es una real pérdida de tiempo. Ella es más de hablar, de contacto físico, nada de blogs, ni de comentarios anónimos, de dar la cara, de decir las cosas por su nombre, sin pelos en la lengua, sin callarse ni por nada ni por nadie, pero ojo, sin un mal gesto, sin un mal modo, con nobleza, con sencillez y siempre con una perenne sonrisa adornado su todavía muy bello rostro, y es que la felicidad es la fuente de la belleza, no el botox, ni las tetas postizas, ni el culo postizo, ni la nariz postiza, ni nada postizo, ni siquiera el miembro viril de los humanos. Permitirme un inciso para las chicas, resulta que el super miembro del actor porno ese de Nacho Vidal, es de bola, de quirófano, y es que queridas no todo el monte es orégano, lo siento por aquellas de vosotras, que en la comparación con el vuestro colega habíais querido ver la desgracia en vuestra suerte, quizás todas la pollas sean así, no como la del Nacho Vidal, si no más bien como la de vuestro novio, en fin, cosas de la vida.
Retomando el hilo, que es que me voy por los cerros de Úbeda. Pues resulta que esta señora, que mayor ya es, siempre está contenta, haga frío o calor, llueve o ventee, a ella le da igual, es feliz, y supongo que lo será porque está contenta consigo misma, que eso es ser feliz, no tener mucha tela, ni un todoterreno y al final tener cara de vinagre, de culo, siempre con la mosca detrás de la oreja, que si la vecina, que si el vecino, que si los hijos del de enfrente, que si patatín, que si patatán.
Yo a mi amiga Hortensia la quiero mucho, es de las pocas personas que me tolera, que me acaricia cuando nos vemos por la calle, que siempre tiene una palabra amable, que siempre sonríe. Pero no es que su vida sea de un color permanentemente rosa fucsia, supongo que tendrá sus aguafuertes donde los negros y los grises también predominen, pero lo que no hace es amargar la vida a sus semejantes y de verdad que yo, perrita podenco, entiendo que es una gran, una grandísima virtud.
Un beso coleguitas, a disfrutar del día, y vosotras chicas, con mesura, pero con ardor del miembro que en suerte os ha tocado, que el de Nacho Vidal es tan falso como las tetas de la tal Lucía Lapiedra.
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