CARPE DIEM

Buenos días amados, vuelvo a la carga después de este largo periodo de holganza, que es también vacar, osea estar de fiesta.
En el caso de mi amo han sido vacaciones forzadas de un mes, paro técnico que le llaman, como eufemismo para tapar lo que en realidad es falta de actividad, otro palabra tapa realidades, que quiere ocultar que no al trabajo y es que la industria del auto se está pegando un batazazo épico.
En verano todo viento en popa, ahora nada de nada. Cosas que no hay quien las entienda, ni siquiera los humanos. Me parecen que las van a pasar lo que se dice vulgarmente como putas, otra manía de usar el femenino cuando las cosas van mal, si van bien, la situación es de cojones.
Por lo demás un frío que pela, dicen que año de nieves año de bienes, a ver si es cierto. Ya no protesto por la comida, no sea que con esto de la crisis me quede sin nada, así que a aguantar y a mendigar que me den algún trozo de pan de vez en cuando. Mi amo es un mes sólo se ha estirado dos días y nos ha preparado dos paellas de muerte.
El tío se ha pasado todo el mes en casa, sin salir, recluido como un lama helado. Ni siquiera se puso piripi en años viejo. Está bastante raro el hombre. Pero no ha perdido el tiempo, se ha escrito un libro en 27 días, un record. Espero que tenga suerte y se haga rico con la literatura y deje, de una puta vez, ese curro cabrón que tiene. Pero lo tiene chungo, aunque por ello no se desmoraliza. Eso es importante, siempre adelante, como yo.
Luna llena y coches helados.
No obstante mis queridos coleguitas, ante todo la moral alta, no perder la esperanza y a currar, en lo que sea y como sea. Que nos amargue ni Blas la vida.
Recordar a los clásicos, Carpe Diem.