martes, 25 de diciembre de 2007

INVITACIÓN A PARTICIPAR EN MI ESPACIO

Buenos días amig@s de la red, hoy día de Navidad de este año que quiere acabarse, aprovecho para presentarme ante la sociedad electrónica global.
Soy una perrita, que dicen de raza podenca, aunque como me abandonaron cuando era un cachorro, no están muy claros mis orígenes. Mis veterinarios, Txema y Javi, de la Clínica de Haro, SERVICAN, eso dicen, aunque tampoco se ponen de acuerdo si soy un podenco andaluz o portugués, desde luego ibicenco dicen que no. A mi me da exactamente igual, lo importante es que mis amos, Elena y Andrés, me recogieron de la calle hace ya dos años, un 8 de noviembre, cuando las heladas estaban a punto de mandarme al cielo de los perritos, eso sí, prematuramente. Me libré por los pelos, Elena me dio entrada en la casa, me baño, me puso comida y cuando ya parece que estaba asentada, llegó Andrés. Se cabreó al verme, no quería otro perro en casa, y es que un Golden de mi edad, Hera, ya vivía con ellos, así que a pesar de los lloros de sus hijos, Joseba y Geiby, me cogió, sacandome al frío de la calle y en el maletero del coche me metió. El mundo se me cayó encima, otra vez a la puta calle, paró al poco tiempo, en un camino de parcelaria (ellos viven en un pueblo de La Rioja, Casalarreina), me bajó del coche y el muy cabrón se largó, pero a los pocos segundos, cabreado y jurando en japonés, me volvió a la casa. ¡Había librado de otra noche al raso! Pero no me dejó entrar en la casa y en el garaje me dejó. Pasé toda la noche llorando, tenía pánico, y todavía lo tengo, a la soledad. El día amaneció, frió y helador y el amo se largó a currar. Elena me dejó entrar en la casa, ¡Qué felicidad!, otra vez el calorcito y la alfombra tan acojedora. Desayuné con Hera un pienso delicioso y a dormir.
Estaba tan feliz cuando otra vez al coche, esta vez al veterinario, buenas gentes que me desparasitaron, vacunaron y todas esas cosas que se hacen con un perrito al que se quiere. Parecía una buena señal, además Hera no me montó ninguna pirula, nos hicimos amigas ese mismo día. Las dos tenemos la misma edad, pero ella hizo de mamá, yo me dejé.
Durante días mi amo se empeño en colocarme en alguna jauría de algún cazador, pero el ángel de la guarda me libró de tamaña condena, así que llegó el día de colocarme el chip, dejé de ser un perro ilegal, por fin tenía un dueño, ahora ya podía echarle morro a la vida.
Al principio me porté como una perrita modelo, pero pronto empecé a hacer de mi capa un sayo, a montar líos con otros perros, a perseguir a los gatos, en fin a marcar mi territorio y defender mi nuevo hogar.
A pesar de montar más de una pirula, mis amos me perdonan todo y sé que soy la preferida de Andrés, hago con él lo que da la real gana, hasta he conseguido dormir en su cama.
Mi amo parece una ONG y nos trajo en Abril de este año una perra galgo, la pobre tiene más miedo que talento, por lo que nos ha contado le han dado más palos que en Belchite. Hera y yo le estamos ayudando, y formamos un trío tremendo, somos las reinas de Casalarreina.
Vamos poco por el pueblo, nos gusta más andar por el campo, pero a mí siempre me llevan atada, me lo merezco, por liarlas pardas.
Mis aficiones, dormir, comer, no dejar en paz a las perras que no son de la familia, y sobre todo cazar, aunque sea atada, culebras, ratones, todo lo que se mueva. Una vez mi amo, o mejor mi esclavo, me soltó en una finca, un pobre conejo pagó el pato: cazando soy única.
Bueno ya os contaré mis andanzas, también me gusta la literatura y la política, mi amo, que está todo el santo currando, por las noches se pone a leer y lo que no sabe es que los podencos desarrapados tenemos la facultad de la telepatía, así que yo también leo los libros a la vez que lo hace él. La putada es que no los puedo elegir, pero son normalmente buenos, mucho ensayo y poca novela.
Ya os contaré, tanto de mi vida, como de los avatares político-sociales de mi villa, de España y del mundo mundial, si hace falta.

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