Buenos días amados, vaya susto que nos dio mi amiga Frida el pasado viernes.
Estábamos dando un paseo con mi ama, formalitas y tranquilas, es decir cada una a lo suyo, Hera buscando mierda para comer, yo ratones para lo mismo, Frida haciendo el gilipollas y mi ama pensando en Babia. Y he aquí que se mascó la tragedia, la galga, la vieja Frida vió un conejo tomando el sol y se dijo, a papearlo. Emprendió veloz carrera y no pilló nada. Vino la pobre descojonada, primero por la carrera y después por las múltiples heridas que se hizo.
En la barriga cortes por todos los lados, en la ingle un siete de 15 cm con la piel colgando, en fin, un número. Menos mal que tenemos unos veterinarios como dios manda, Txema le pegó un zurcido de pasarela Cibeles y el manto de la vieja ha quedado como nuevo. Aprovechó que tuvo que anestesiarla para hacerle una limpieza de boca y le ha quedado la piñada como para un anuncio de Vitaldent. Ya de vuelta a casa y quizás por efecto del cuelgue que llevaba la pobre Frida, se meó en dos ocasiones, en la sagrada colchoneta. Le hemos perdona por estar medio atontada, pero como lo vuelva a hacer se acuerda.
En fin, que si no es por Txema no sé se habría sido de la vieja, menos mal que nuestros veterinarios son de los buenos, unos genios. Aunque como sigamos haciendo pifias vamos de dejar a nuestro amo sin un duro, tendremos que empezar a portarnos mejor, por si acaso.
Un beso coleguitas
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